estados unidos

Miles de personas protestan en el centro de Washington mientras los militares sacan músculo

A la zona llegaron media docena de autobuses blancos a los alrededores de la Casa Blanca, y de cada uno de ellos empezaron a bajar unos 50 soldados vestidos con uniforme militar de camuflaje y escudos antidisturbios.

George Floyd protests in Washington, DC
George Floyd protests in Washington, DC
SAMUEL CORUM

Miles de manifestantes volvieron a congregarse este miércoles en Washington en una protesta pacífica por la violencia policial contra los afroamericanos, mientras decenas de agentes con vestimenta militar llegaban al centro en autobuses unas cuatro horas antes del toque de queda. Una multitud mucho más numerosa que la del día anterior se congregó por la tarde en el centro de la capital estadounidense, dividida en varios grupos por un nuevo perímetro de seguridad trazado por la Policía local alrededor de la Casa Blanca, pero sin la valla de más de dos metros que el martes separaba a los manifestantes de las fuerzas de seguridad.

Poco después de las 19.00 horas locales (23.00 GMT) llegaron media docena de autobuses blancos a los alrededores de la Casa Blanca, y de cada uno de ellos empezaron a bajar unos 50 soldados vestidos con uniforme militar de camuflaje y escudos antidisturbios. Los manifestantes que estaban en la zona recibieron a los soldados con abucheos y les gritaron: "¡Vergüenza!" y "¿A quién protegen?".

Una fuente del Pentágono dijo a Efe que no eran unidades en activo, sin ofrecer más detalles. La Guardia Nacional -un cuerpo de reservistas activado por la alcaldía de Washington para hacer frente a las protestas- anunció este martes que planeaban desplegar unos 1.500 efectivos más en la capital esta semana. Además, el Pentágono informó el mismo día de que mantenía desplegados en los alrededores de Washington a 1.600 militares en activo por si fuera necesario enviarlos a la zona de las protestas, tras desplazarlos desde Carolina del Norte y Nueva York.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, retrasó el toque de queda de este miércoles hasta las 23:00 (03:00 GMT del jueves), después de dos días seguidos imponiéndolo a partir de las 19:00. Una hora antes del fin del toque de queda miles de personas todavía permanecían en el centro de Washington, en las inmediaciones de la Casa Blanca, en una manifestación que discurría pacíficamente, según pudo constatar Efe. Los participantes en la protesta portaban pancartas con mensajes como "Sin justicia sin paz", "Trump es un racista", "Dejad de jodernos", "Déjenlos respirar" o "Estoy orgulloso de la ciudad de chocolate", como se conoce a Washington DC.

La mayoría de los manifestantes eran jóvenes y afroamericanos, pero había gente de todas las edades y razas, como blancos, algún latino y asiáticos. Allí se encontraba Nevine Sealer, de 55 años, una vecina afroamericana de Washington, con un cartel que rezaba "Ku Klux Klan Judicial", "Ku Klux Klan Maga" (en referencia al lema electoral de Trump Make America Great Again)", quien contó a Efe que esta era la quinta noche que protestaba allí.

"Nos han empujado lejos de la Casa Blanca, ahora no podemos acercanos", dijo Sealer en referencia a los efectivos de la Guardia Nacional desplegados en la calle para impedir el avance de los manifestantes hacia la mansión presidencial. Sealer señaló que había salido a protestar porque quiere ver a Trump "fuera" de la Presidencia por lo que está haciendo, aunque subrayó que no se manifiestan únicamente por las políticas del mandatario: "Esto es por el racismo que hay sistémico e institucional, a muchos blancos no les interesamos los negros".

Tras el comienzo del toque de queda, todavía quedaban cientos de manifestantes en los alrededores de la Casa Blanca, sin que por el momento se hayan registrado altercados. Por la tarde, uno de los grupos de manifestantes se había acercado hasta el hotel que la empresa del presidente estadounidense, Donald Trump, tiene en el centro de la ciudad, fuertemente protegido por las fuerzas de seguridad y que tenía algunas ventanas rotas en el primer piso, según el diario The Washington Post.

Frente al hotel, en la avenida Pensilvania, miles de personas se tendieron en el suelo durante varios minutos y corearon "¡No puedo respirar!", la misma frase que pronunció el afroamericano George Floyd la semana pasada, poco antes de morir por asfixia debido a la presión que ejercía sobre su cuello la rodilla de un policía blanco. Mientras, un activista negro de 22 años, Seun Babalola, dio un discurso en otra zona de las protestas para anunciar la creación de un grupo, "Ciudadanos preocupados", con el que pretende ayudar a canalizar y organizar mejor las protestas orgánicas que han surgido en la ciudad a raíz de la muerte de Floyd en Mineápolis (Minesota).

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