La UE destina 140.446 millones a España, entre subvenciones y préstamos, para relanzar la economía tras la pandemia 

Bruselas propone un fondo de recuperación de 750.000 millones formado sobre todo por subsidios.

Bandera de la UE
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Reuters

La Comisión Europea (CE) propone un fondo de 750.000 millones de euros para la recuperación económica de la Unión Europea, de los cuales 500.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 como préstamos, confirmaron fuentes comunitarias.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, se ha adelantado al anuncio que prevé hacer la presidenta de la Comisión Europea a las 13.30 en el Parlamento Europeo al informar del volumen del fondo.

"La Comisión propone un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros que se añade a los instrumentos comunes ya en marcha. Un viraje europeo para afrontar una crisis sin precedentes", ha dicho el italiano en la red social Twitter.

A España le corresponderían 140.446 millones de euros de este fondo, 77.324 millones de los cuales serían en subvenciones y 63.122 millones de euros estarían disponibles en préstamos, según fuentes comunitarias.

Es el segundo montante más elevado de la Unión Europea, solo por detrás de Italia, que recibiría hasta 172.745 millones, y seguida de lejos por Polonia, con 63.838 millones de euros.

Financiar "reformas estructurales e inversiones"

Estas cantidades corresponden al primero de los tres pilares con que contará el fondo, que se llevará un 87% de la dotación total, 655.000 millones de euros, según fuentes comunitarias. Estos se destinarán a ayudar a los Estados a financiar "reformas estructurales e inversiones" para reflotar sus economías.

Para recibir el dinero, los gobiernos tendrán que presentar planes de recuperación que muestren que lo gastarán en línea con las recomendaciones económicas que les hace la Comisión y las prioridades europeas, en particular la transición ecológica y digital.

La mayor parte del dinero, 405.000 millones, se desembolsará en forma de subvenciones a fondo perdido, tal y como venían reclamando España o Italia, los países más afectados, pero también Francia o Alemania.

La dotación en subvenciones se ha preasignado ya por países, de modo que Italia sería la primera beneficiaria, con 81.807 millones, seguida de España, con 77.324 millones, Francia (38.772 millones), Polonia (37.693 millones) y Alemania (28.806 millones).

Los restantes 250.000 millones de este pilar se concederán en forma de préstamos que tendrán que ser devueltos por el país beneficiario. La Comisión ha estimado qué parte estaría disponible para cada uno en función de la renta nacional bruta de los Estados en los que este indicador está por debajo de la media.

Aquí, Italia sería de nuevo la primera beneficiaria, con 90.938 millones, seguida de España (63.122 millones) y Polonia (26.146 millones), en tanto que Bélgica, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Francia, Luxemburgo, Holanda, Austria, Finlandia y Suecia no podrían recibirlos, según esta estimación.

El resto del Fondo de Recuperación, 95.000 millones de euros, se repartirían entre el segundo pilar del mismo, destinado a movilizar la inversión privada y en sectores clave, y un tercer bloque para reforzar programas que la pandemia ha revelado vitales, como la nueva reserva de equipamiento sanitario europea, según ha venido anticipando la Comisión en los últimos días.

Nuevo presupuesto para 2021-2027

Además del fondo de recuperación, la Comisión propone un nuevo presupuesto para el periodo 2021-2027 de 1,1 billones de euros vinculado al mismo.

En cuanto a la financiación del fondo, la Comisión prevé emitir deuda en el mercado con el respaldo del presupuesto comunitario aprovechando que su calificación triple A asegura bajos tipos de interés.

Para ello quiere aumentar el techo de recursos propios del presupuesto comunitario, lo que en la práctica ampliará su margen para emitir sin que los países tengan que elevar ahora su contribución a las arcas comunitarias.

El reembolso del principal y los intereses de esta deuda empezaría a partir de 2028 y para costearlo la Comisión propone introducir nuevas fuentes de ingresos para el presupuesto, como un tasa al carbono en frontera, una ampliación del sistema europeo de comercio de emisiones, una tasa digital o a la operación de grandes empresas en la UE.

El plan tendrá ahora que ser negociado y aprobado por todos los Estados miembros y el Parlamento Europeo para entrar en vigor.

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