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Italia estudia abrir campamentos de verano en los patios escolares

La iniciativa está pensada para cuidar de los menores de 3 a 14 años y facilitar el regreso al trabajo de sus padres.

Coronavirus in Italy
Una calle italiana este lunes.
CLAUDIO PERI

El Gobierno italiano estudia cómo compatibilizar el regreso al trabajo de 4,5 millones de personas con el cuidado de sus hijos, en un horizonte donde se da por seguro que todos los sectores tendrán que trabajar este verano y será muy difícil enviar a los niños al pueblo, o bien dejarles al cuidado de sus abuelos. Es el mismo problema al que se tendrán que enfrentar otros países de Europa, cuyas desescaladas también se van a producir entre finales de primavera y el estío y donde será necesario mantener abiertas fábricas, despachos, oficinas, comercios y otros negocios en aras de recuperar la economía.

La opción que baraja el Ejecutivo de Giuseppe Conte es muy clara: si a los chavales será imposible mandarles a los tradicionales campamentos de verano debido a las cautelas que impone el coronavirus, lo lógico será llevar estas instalaciones a los municipios.

Como la actividad escolar estará cerrada hasta septiembre, el Ministerio de Educación estudia montar campamentos en los patios de las escuelas e institutos para que puedan participar en ellos menores de entre tres y catorce años. Decenas de psicólogos y pediatras se han mostrado a favor de este modelo con el fin de que los niños comiencen a socializar con otros jóvenes después del largo confinamiento; eso sí, bajo estrictas medidas de seguridad. De hecho, el denominado 'plan de infancia' toma como base un documento de la sociedad pediátrica italiana que destaca la conveniencia de desarrollar este aperturismo apoyándose en una larga lista de consejos científicos.

Pero, además, existe otra clara urgencia: ayudar a los padres para facilitarles que puedan regresar a sus trabajos en un momento extremadamente delicado para la economía del país y su tejido empresarial. Tan sólo con las primeras medidas de la desescalada, en mayo está previsto que retornen a sus puestos al menos 4,5 millones de trabajadores italianos. El Ejecutivo también contempla mantener otro tipo de apoyos a las familias, como la subvención para la contratación de cuidadores y niñeras ya que las guarderías tampoco abrirán sus puertas de momento.

Protocolos rígidos

La ministra de Educación italiana, Lucia Azzolina, y su homóloga de Igualdad de Oportunidades y la Familia, Elena Bonetti, celebraron este miércoles una reunión con los responsables del departamento de Trabajo, Nunzia Catalfo, y de Políticas de Juventud y Deportes, Vincenzo Spadafora, con el fin de sentar los principios de esta iniciativa. Azzolina desveló que el gabinete se ha puesto ya en contacto con diferentes representantes regionales y locales para explorar "la posibilidad de poner a disposición los patios y jardines de las escuelas este verano".

"Necesitaremos protocolos rígidos desde el punto de vista de la salud, con la máxima atención a las medidas de separación", explicó la ministra, que añadió que las prevenciones se adecuarán para que los menores puedan "estar con compañeros en espacios abiertos y hacer actividad física, fundamental para el bienestar psicofísico de los niños".

Según el proyecto, los campamentos estarán dirigidos por "personal externo" a los centros escolares; es decir, monitores y profesionales del tiempo libre que previamente deberán dar un resultado negativo en la prueba del coronavirus. El funcionamiento sería por grupos reducidos de cinco menores acompañados de un monitor y que no entrarían en contacto con el resto ni siquiera en el horario de comida, que sería escalonado. Todas las instalaciones se desinfectarían varias veces al día. La ministra de Trabajo dijo que "el compromiso del Gobierno de proteger a todas las familias, además de garantizar que las personas con hijos puedan conciliar la vida y el trabajo es máximo".

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