Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Investigadores de Oxford prueban en voluntarios una posible vacuna

Más de mil personas colaborarán en el experimento durante seis meses, y recibirán una paga de entre 200 y 700 euros.

-Más de mil personas colaborarán en el experimento durante seis meses, y recibirán una paga de entre 200 y 700 euros
La OMS ha asegurado que puede movilizar hasta 300.000 dosis de la vacuna.
La OMS ha asegurado que puede movilizar hasta 300.000 dosis de la vacuna.
Reuters

Un equipo de investigadores de Oxford ha comenzado este jueves a inyectar a voluntarios con una vacuna contra el coronavirus, que quieren que esté disponible para el público en el mes de septiembre. La directora del proyecto, Sarah Gilbert, estima en un 80% su convencimiento de que el diseño será efectivo y de que podrá ser aplicada a personas de todas las edades.

La vacuna, bautizada ChAdOx1 nCoV-19, inyecta un virus debilitado de catarro -con origen en los chimpancés- en el que se ha insertado la secuencia genética de los pinchos o clavos visibles en la superficie del coronavirus SAR-CoV-2 durante la observación microscópica. Estudios inmunológicos anteriores llevan al equipo de Oxford a creer que esos pinchos pueden tener un papel esencial en la infección.

Tras la inyección, el cuerpo humano genera proteínas para reproducir esa superficie y ese proceso prepararía al sistema inmune para reaccionar en caso de ataque infeccioso del coronavirus. En todo caso, la vacuna no inyecta el virus de la Covid-19 para provocar anticuerpos, y el que transporta sus genes a las células humanas ha sido utilizado a menudo sin tener efectos secundarios.

Los investigadores advierten a los voluntarios que pueden tener síntomas de gripe común en los dos días posteriores a la vacunación, y que hay un pequeño riesgo de reacción alérgica. En el documento informativo, los investigadores señalan además que vacunas de este tipo contra otros coronavirus, como el SARS o el MERS, han provocado en experimentos con animales un efecto más fuerte del virus que se quería combatir cuando se infecta el cuerpo vacunado.

El ensayo quiere reclutar a 1.120 voluntarios, que se dividirán en cuatro grupos comarcales. A diez se les inyectará la vacuna dos veces y sus pruebas tendrán un régimen más exigente de visitas. A los miembros de los otros tres grupos se les inyectará la vacuna, o bien otra que se da corrientemente a los adolescentes para prevenir meningitis o sepsis y que sirve para contrastar efectos. El ensayo durará seis meses y cada participante recibirá entre 200 euros y 700 euros.

El ministro de Sanidad, Matt Hancock, anunció el miércoles que había asignado 25 millones de euros al proyecto de Oxford y algo más a otra investigación en Imperial College. El Gobierno británico, que ha prometido unos 625 millones a la Coalición para Innovaciones en la Preparación de Epidemias (CEPI), afirma -por boca de Hancock- que es el mayor contribuyente del mundo a la investigación de vacunas.

La dotación al ensayo clínico de la Universidad de Oxford significa que los dos entes universitarios que lo forman, el Instituto Jenner y el Grupo de Vacunas de Oxford, podrán fomentar con ese capital la búsqueda de colaboración con industrias que puedan producir los millones de vacunas necesarias para que tenga un efecto importante en la epidemia.

La doctora Gilbert había pedido en sus entrevistas el apoyo del Gobierno para que comience la producción de vacunas, hasta un millón de unidades, antes de que concluya el ensayo clínico y culmine también el proceso acelerado de aceptación de la vacuna por las autoridad reguladora de medicinas. La tranquila convicción de Gilbert choca, sin embargo, con las palabras de varios asesores del Gobierno.

El miércoles, el Jefe Médico Asesor del Ejecutivo, Chris Whitty, que parece tener gran peso intelectual en la elaboración de la estrategia contra la epidemia, justificó la posibilidad de que las restricciones del movimiento libre se extiendan durante muchos meses. En este sentido afirmó que, a su juicio, no habrá disponible una vacuna o un tratamiento antes del final de este año.

Por el momento, numerosos voluntarios -había excedentes ya en al menos uno de los cuatro grupos ayer mismo, y se habían reclutado en total 800- han cumplido los requisitos de tener entre 18 y 55 años, no haber dado positivo de Covid-19, y no estar embarazada o tener intención de quedar embarazada. También se requiere que vivan en la comarca circundante a los centros universitarios que ejecutarán el ensayo, en Oxford, Londres, Bristol y Southampton.

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