La UE pide "perdón" a Italia por la falta de ayuda en la pandemia
La presidenta de la Comisión lamenta que hubiera "demasiadas ausencias" cuando el país necesitó el auxilio de sus socios europeos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen entonó ayer una disculpa colectiva por la falta de reacción de los Estados miembros cuando Italia necesitó toda la ayuda posible en los primeros compases de la pandemia. En un gesto inédito, la política germana aprovechó una intervención en el Parlamento Europeo para pedir "perdón" al Gobierno transalpino, además de criticar de nuevo la falta de coordinación y solidaridad entre los demás países de la Unión.
"Es cierto que nadie estaba realmente preparado para esto, pero también es cierto que hubo demasiadas ausencias cuando Italia necesitó ayuda en los primeros momentos", admitió Von der Leyen. Resulta "de justicia" que el "bloque" pida "perdón de todo corazón" a los italianos y que esa disculpa se traduzca también en un "cambio de actitud", advirtió durante un discurso que tuvo un fuerte contenido económico. De hecho, defendió que la UE necesita "de inmediato" un 'Plan Marshall' y consideró que el próximo Presupuesto europeo, que está en la fase final de negociación y tendrá efecto durante siete años, será el "único instrumento" y el "buque insignia" con el que la Unión responderá a la recesión tras el coronavirus. "Por tanto, deberá ser diferente a lo que habíamos imaginado", avisó.
El Gobierno italiano respondió con palabras de agradecimiento a la actitud de la presidenta de la Comisióno. "Se ha disculpado con Italia y ha admitido que muchos países al comienzo de la pandemia no estuvieron presentes cuando necesitábamos ayuda. Sus palabras son un importante acto de verdad, que es bueno para Europa y nuestra comunidad", expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio.
Lombardía quiere abrir el día 4
El político aprovechó la situación para pedir a la Unión Europea que muestre ahora "la valentía de defender a todos los pueblos" y reivindicó una coalición "solidaria. Una de las negociaciones más importantes de nuestra historia está en marcha. Al defender a Italia, también defendemos la integridad de la UE".
Mientras tanto, en el país transalpino sigue vigente el debate sobre el futuro desconfinamiento de la población. Lombardía, la región italiana más afectada por el coronavirus, es paradójicamente la que más está presionando al Gobierno para que se retomen las actividades económicas a partir del 4 de mayo, cuando expiran las restricciones. Pero la posible prolongación de estas medidas es competencia del Ejecutivo central, al que Attilio Fontana, presidente regional lombardo, lanzó el martes por la noche un órdago que no ha sentado nada bien en Roma ni el resto del país.
Fontana presentó en un mensaje en vídeo lo que consideró «la vía lombarda a la libertad», que describió como "un programa para llevar a la reapertura de las actividades a partir del 4 de mayo". La "nueva normalidad" en la que dijo que las autoridades regionales están trabajando estará marcada por las cuatro 'd': distancia de seguridad entre las personas, dispositivos obligatorios (uso de mascarillas y guantes), digitalización (teletrabajo y utilización de otros dispositivos tecnológicos) y diagnósticos (pruebas de serología para comprobar quién ha pasado ya la enfermedad).
"Lombardía habla con los hechos", insistió Fontana, que ha pasado a presionar al Gobierno central después de recibir un aluvión de críticas por los errores cometidos en esta región en la gestión de la pandemia. Vivían en este territorio 11.000 de los 21.000 fallecidos que deja el coronavirus en todo el país. De los 165.000 contagios registrados, 62.000 tuvieron lugar entre habitantes de Lombardía, el territorio italiano más rico y poblado. Si Fontana sigue con su órdago y levanta por su cuenta el cerrojazo el 4 de mayo, "el Gobierno podría impugnarlo", advirtió Sandra Zampa, subsecretaria del Ministerio de Sanidad.
