crisis migratoria
Los cien nuevos efectivos de Frontex ya están desplegados en la frontera entre Grecia y Turquía
Este despliegue, que se suma a los 500 efectivos ya desplegados, fue un compromiso de la presidenta de la Comisión europea y del presidente del Consejo en su visita a Grecia a principios de mes.
La agencia de control de fronteras europea Frontex desplegó este jueves cien agentes más en la frontera entre Grecia y Turquía, respondiendo así a la petición del Gobierno griego, en medio de la crisis migratoria desatada tras decisión de Ankara de no frenar el paso de migrantes, ante sus aspiraciones de lograr apoyo de la OTAN en Siria y de renegociar un nuevo acuerdo migratorio con la UE.
Este despliegue, que se suma a los 500 efectivos ya desplegados, fue un compromiso de la presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen, y del presidente del Consejo, Charles Michel, en su visita a Grecia a principios de mes, donde cerraron filas con la actuación del Ejecutivo heleno en la frontera y ofrecieron 700 millones de euros y nuevos recursos para gestionar la frontera con Turquía.
"La presencia de cien agentes que vienen de todas partes de Europa subraya el hecho de que la protección del área europea de libertad, seguridad y justicia es una responsabilidad compartida por los Estados miembro y por Frontex", ha asegurado su secretario general, Fabrice Leggeri, en un comunicado este viernes.
El responsable de Frontex ha hecho hincapié en la celeridad con la que la agencia ha respondido a la solicitud griega, tras la promesa hecha por los altos cargos comunitarios. "Estamos aquí escasamente una semana después de que las autoridades griegas se dirigieran a Frontex para pedir más agentes y más equipamiento para ayudar a proteger sus fronteras, que son las fronteras externas de la UE", ha destacado.
A juicio de Leggeri, esta operación es un "hito" para la agencia, que además coincide con el proceso de entrenamiento de más efectivos en su objetivo de llegar a 10.000 agentes fronterizos de aquí a 2027. Esta meta se enmarca en el intento de reforzar la Guardia Europea de Fronteras y Costas y dotarle de capacidad para realizar controles fronterizos o funciones de retorno, aunque en todo caso deberá contar con autorización "previa" del Estado miembro, que también deberá permitir el uso de la fuerza o armas.
En este nuevo marco, los socios europeos mantendrán "la responsabilidad principal" de la gestión de sus fronteras y la agencia europea prestará su asistencia, tanto técnica como operativa, "previo acuerdo de los Estados miembro interesados".
