El Open Arms pide financiación para "garantizar la protección de los derechos humanos"

El barco ha rescatado cerca de 7.000 personas en los últimos dos años. 

El barco de Open Arms entra en el puerto de Messina, en Italia, el pasado día 15 de enero.
El barco de Open Arms, en una imagen de archivo.
Carmelo Imbesi/EFE

El fundador de la ONG Proactiva Open Arms, Òscar Camps, ha resaltado este viernes la necesidad de una inversión importante de financiación para reparar o sustituir su embarcación, porque no hay otra organización que pueda "garantizar la protección de los derechos humanos" en el Mediterráneo, tras rescatar cerca de 7.000 personas en los últimos dos años.

Camps, acompañado del jefe de máquinas, Martín Maretta, y el capitán del buque, Miquel Melero, ha pedido en rueda de prensa desde el Puerto de Barcelona o bien 800.000 euros para hacer frente a las reparaciones, o 2,5 millones para una nuevo barco, a su juicio la opción preferible.

El barco de rescate ha llegado a Barcelona tras desembarcar a 382 migrantes en un puerto italiano y haber sido sometido a una exhaustiva inspección de 12 horas, por lo que Camps ha criticado esta decisión: "Mientras no hemos actuado, han muerto 96 personas y actualmente hay varias embarcaciones a la deriva".

Maretta ha asegurado que la opción más viable es comprar un barco nuevo tras superar la vida útil del actual, porque tiene muchas inspecciones y averías por fatiga que hacen que "su recuperación tenga un coste muy elevado".

"Persecución administrativa"

Asimismo, Maretta ha explicado que el Open Arms estaba listo para una campaña en Italia pero tras la inspección -un tipo de control que Melero ha asegurado que "sólo se hace a barcos de bandera gris, negra o con denuncia previa"- se ha requerido su regreso tras cuestionar qué se hacía con las aguas fecales de los rescatados.

Según Camps, la flota humanitaria es incómoda para la administración y las organizaciones que están en el Mediterráneo sufren las consecuencias de "la criminalización, difamación y persecución administrativa" porque, a su juicio, ponen de manifiesto la falta de recursos y la inacción deliberada que se repite en el mar. 

Reparar los daños

Maretta ha detallado algunas de las averías por fatiga como daños en el regulador de velocidad, en el sistema de agua de refrigeración, así como uno de los 12 cilindros del motor principal y una de las bombas de inyección que también está averiada.

El jefe de máquinas ha descrito dos etapas para hacer frente a la reparación, la primera para trabajar con seguridad solo en el motor y la segunda para dar una vida útil al barco y necesitaría al menos dos meses de reparación, mientras que si consiguen una nueva embarcación también se requerirá de un período para prepararla para el rescate.

Camps ha abogado por "superar las adversidades técnicas y administrativas" para poder estar en el mar con un barco en condiciones en 60 días. 

Movilizar la ciudadanía

En enero la ONG de Badalona (Barcelona) inició una campaña apelando a la colaboración ciudadana para reparar el motor del buque, de casi medio siglo de vida, y otros daños y Camps ha explicado que en un mes han conseguido cerca de 450.000 euros.

El fundador de la organización ha instado a la ciudadanía a comprometerse con la causa y a movilizarse porque es el primer paso para que la Unión Europea retome las operaciones de salvamento marítimo: "Necesitamos sentir su apoyo y saber que lo que estamos haciendo es lo que la gente quiere que se haga". 

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