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España mira al brexit con inquietud por residentes, turismo y Gibraltar

El Gobierno español recordó en un comunicado que es partidario de establecer una relación lo más estrecha posible.

La bandera de la Unión Europea junto a la de Reino Unido, en una imagen de archivo.
La bandera de la Unión Europea junto a la de Reino Unido, en una imagen de archivo.
EFE

La salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europea (UE), que se consumará finalmente en la medianoche de este 31 de enero, genera inquietud e interrogantes en España, donde no se pueden medir totalmente las consecuencias en empresas y ciudadanos.

España mantiene, junto con Irlanda, una de las dos fronteras terrestres con el Reino Unido (la de Gibraltar) y un elevado nivel de turistas y ciudadanos de ambos países que residen en el otro, y todo ello hace que las implicaciones bilaterales del 'brexit' sean muy importantes.

Con el fin de conocer las prioridades españolas para la negociación de la relación futura con el Reino Unido viajó este jueves a Madrid el negociador principal de la UE, Miguel Barnier, que mantuvo reuniones con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y varios miembros del Ejecutivo.

Tras el encuentro, el Gobierno español recordó en un comunicado que es partidario de establecer una relación lo más estrecha posible, preservando la integridad del mercado interior, la autonomía de decisión de la UE y un marco regulatorio equiparable, y que las materias prioritarias para España, de cara a la negociación futura, son la pesca, la agricultura y los servicios.

El divorcio entre Londres y Bruselas se ha ido gestando poco a poco, debido a la indefinición y los retrasos en el Parlamento británico a los que ha obligado la inestabilidad política británica, y por ello el período transitorio será de once meses y concluirá a finales de este año.

A pesar de que el tiempo pasado desde el referéndum del brexit de junio de 2016 ha permitido ir tejiendo acuerdos bilaterales entre Madrid y Londres sobre Gibraltar, la inminencia del momento final genera interrogantes por lo que esta situación inédita pueda provocar cuando acabe ese período.

Ambas partes prevén acordar antes del 31 de diciembre todos los aspectos de su relación futura y hasta entonces la legislación de la UE, incluida la libre circulación de personas de trabajadores, seguirá aplicándose en el Reino Unido.

Derechos de circulación y residencias sin definir

El futuro de esa libertad de circulación es lo que más preocupa. En el Reino Unido viven unos 180.000 españoles y, al igual que los ciudadanos de otros países de la UE, hay inquietud acerca de si las autoridades británicas respetarán, y cómo, los derechos de residencia adquiridos.

Y también preocupa cómo podrán acceder españoles y comunitarios en general al mercado de trabajo británico, un país que tradicionalmente absorbe inmigración.

Por otra parte, se calcula que en España residen cerca de 300.000 británicos (235.000 registrados oficialmente), la mayoría en zonas costeras del Mediterráneo. Muchos de ellos son jubilados que buscan pasar sus últimos años al abrigo del sol y del buen tiempo.

Pero también hay entre ellos profesionales asentados en España, algunos de los cuales trabajan a distancia para empresas británicas, con viajes periódicos en aerolíneas de bajo coste a sus sedes corporativas.

Para todos es clave el mantenimiento de su estatus legal como residentes y el cobro de las pensiones de jubilación.

El acuerdo de salida británica de la UE "no incluye derechos clave" para los británicos que viven en España, como los de libre circulación o de ofrecer servicios profesionales en la nueva Unión Europea, lamenta EuroCitizens, una asociación de británicos residentes en España

Comercio y turismo, impacto sin definir

Las empresas, grandes y pequeñas, están muy preocupadas por el impacto en el comercio -sobre todo los trámites aduaneros- y las finanzas, pero también en cuestiones legales como la protección de marcas o los derechos de propiedad intelectual.

Un ejemplo es el Banco Santander, la mayor entidad financiera de España y de la zona euro, que tiene una importante filial británica. "No sabemos las condiciones (finales) de salida, pero nos hemos preparado para cualquier eventualidad", declaró este miércoles la presidenta del banco, Ana Botín.

Las ventas de productos españoles a Reino Unido han caído un 8,28 % desde que, en 2016, los británicos votaron a favor de abandonar la UE. Han bajado de los 20.076,57 millones de euros a cierre de 2016 a los 18.413,93 millones hasta noviembre de 2019, último dato disponible en la estadística de la balanza comercial que publica la Secretaría de Estado de Comercio.

No obstante, a falta de conocer el dato de diciembre, todo apunta a que las exportaciones se van a recuperar en el conjunto de 2019 respecto a 2018, año que cerró con un volumen de ventas de 18.580,54 millones.

No obstante, el comercio bilateral de bienes sumó 30.500 millones de euros en 2018, con un incremento anual del 2,8 % y un superávit a favor de España de 7.528 millones de euros.

El turismo es un asunto clave para España. Millones de turistas británicos visitan el país cada año, con un impacto económico aproximado en este país de unos 13.300 millones de euros, según cifras oficiales del Gobierno británico.

El mantenimiento de ese flujo turístico es fundamental para amplias zonas turísticas españolas, que temen que parte de ese movimiento se desvíe a países mediterráneos de turismo de bajo coste.

La atención sanitaria en suelo español a ciudadanos británicos (sean turistas o residentes) y su compensación (en España la sanidad pública es gratuita) es otro asunto a definir.

La espinosa cuestión de Gibraltar

Por otra parte, está la controvertida cuestión de Gibraltar, la estratégica ciudad que controla el estrecho del mismo nombre y bajo dominio británico desde 1704.

Se trata del único lugar (salvo Irlanda) donde el Reino Unido tiene una frontera terrestre con otro país de la UE. Ahí, entre británicos que hablan español con acento andaluz, está el paso fronterizo más pequeño del brexit.

Cada día atraviesan la conocida como "verja" de Gibraltar casi 15.000 trabajadores, así como 200 camiones de transporte.

En Gibraltar no hay desempleo, pero al otro lado de la frontera, en La Línea, alcanza casi el 31 por ciento de la población activa, por lo que un impacto económico negativo del "brexit" en la rica colonia británica preocupa mucho a la deprimida comarca con la que bordea.

"La dependencia (económica) es total", reconoce a Efe el español Lorenzo Periañez, presidente del grupo transfronterizo que reúne a empresarios y sindicatos de ambos lados.

El pequeño territorio, de 32.000 habitantes, vive sobre todo de la industria de servicios financieros, como las empresas de juego y apuestas por internet. De hecho, Gibraltar, con 6,8 kilómetros cuadrados, alberga ahora mismo 13.536 empresas, que son 3.300 menos que hace un año.

España y el Reino Unido firmaron a finales de 2018 una serie de acuerdos bilaterales en cuestiones como derechos de trabajadores transfronterizos, medio ambiente, cooperación fiscal y aduanera y lucha contra el contrabando de tabaco. 

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