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Egipto ordena investigar muerte en prisión de un estadounidense en El Cairo
Kassem, de 54 años y encarcelado en Egipto desde 2013, falleció la noche del lunes en medio de una huelga de hambre después de que fuera trasladado al hospital para recibir tratamiento.
El Fiscal General de Egipto, Hamada al Sawy, ordenó este martes realizar una autopsia al cuerpo de Moustafa Kassem, de nacionalidad egipcia y estadounidense, que murió la pasada noche del domingo en una cárcel egipcia en medio de una huelga de hambre, después de pasar siete años en prisión en el país.
"El Fiscal General ordenó hacer una autopsia al condenado Moustafa Kassem para conocer las causas de la muerte en el hospital de la cárcel de Tora", a las afueras de El Cairo, anunció la Fiscalía en un comunicado.
De acuerdo con la nota, Kassem, de 54 años y encarcelado en Egipto desde 2013, murió después de que fuera trasladado del hospital de Tora al centro médico de Qasr al Aini para recibir tratamiento.
El Fiscal General pidió además el registro médico del fallecido y que el personal sanitario de ambos centros sea interrogado.
David Schenker, asistente del secretario de Estado estadounidense para Oriente Medio, confirmó el lunes a los periodistas la muerte de Kassem. "Su muerte bajo custodia fue innecesaria, trágica y evitable (...) Seguiré planteando nuestras serias preocupaciones sobre los derechos humanos y los estadounidenses detenidos en Egipto en cada oportunidad", afirma un comunicado del Departamento de Estado.
En huelga de hambre desde 2018
En 2018, Kassem empezó una huelga de hambre parcial para protestar contra su encarcelamiento, pero el pasado jueves decidió dejar de injerir líquidos, por lo que fue trasladado al hospital de Qasr al Aini, en la capital egipcia, donde murió cuatro días después, aseguraron este martes dos ONG en un comunicado conjunto.
De acuerdo con Pretrial Rights International y The Freedom Initiative, la causa de su muerte podría ser un paro cardíaco, puesto que el estadounidense era diabético y padecía de problemas del corazón.
ونرجو من الإدارة التي لم تنقذه أن تقف على سبب موته على الأقل وتنقذ الآخرين الذين من ضمنهم علا القرضاوي وريم دسوقي من ملاقاة نفس المصير https://t.co/gRdKjhu1J2
— Aya Hijazi آية حجازي (@_AyaHijazi_) January 14, 2020
Las autoridades "limitaron el acceso a los medicamentos necesarios y al tratamiento durante toda su detención", denuncian las ONG.
Por su parte, el Ministerio de Interior egipcio dijo en un comunicado que "el acusado recibió toda la atención médica durante su encarcelamiento" y aseguró que "insistió en la huelga de hambre, a pesar de que se le advirtiera en más de una ocasión del peligro para su salud".
Interior recordó que el fallecido sufría diabetes y que "le fueron facilitadas todas las medidas médicas y legales para impedirle que se hiciera daño".
Arrestado en 2013
Kassem emigró a Estados Unidos, donde consiguió la nacionalidad y trabajó como vendedor de piezas de automóviles.
En 2013, viajó a Egipto para visitar a su familia y fue arrestado en la plaza cairota de Rabaa el 14 de agosto, cuando miles de personas se concentraron durante más de un mes para protestar por el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi en el golpe de Estado del 3 de julio de 2013.
Según las ONG, Kassem fue arrestado al salir de un centro comercial y tras mostrar su pasaporte estadounidense las autoridades egipcias le dieron una paliza.
El 8 de septiembre de 2018 fue condenado en la macrocausa por la masacre de la plaza Rabaa al Adauiya junto a más de 700 personas y sentenciado a 15 años de cárcel de acuerdo con una ley antiprotestas que "violó todos los estándares de un proceso justo", denunciaron las organizaciones de derechos humanos en el comunicado.
It is a tragedy & outrage that U.S. citizen Moustafa Kassem died while detained in an Egyptian prison after being held since 2013. It is unacceptable that an American partner would unjustly detain a U.S. citizen & let him die in jail.
— Senator Rubio Press (@SenRubioPress) January 13, 2020
Reacciones a su muerte
El anuncio de su muerte ha provocado las reacciones de activistas que estuvieron encarcelados en Egipto, así como de políticos estadounidenses.
Una de las primeras en comentar en su cuenta de Twitter fue la ciudadana egipcio-estadounidense Aya Hijazi, que fue liberada en 2017 tras pasar 3 años en prisión y regresó a EE.UU. gracias a la mediación del Gobierno del presidente Donald Trump.
"A Kassem se le está haciendo una segunda autopsia. Gracias a todos los que han presionado para ello. Donald Trump no pudo salvar su vida, pero espero que trabaje para saber por qué y cómo murió, así como preguntar sobre el destino de los otros en las prisiones de Al Sisi", arguyó Hijazi.
El senador republicano Marco Rubio indicó en Twitter que se trata de una "tragedia" la muerte de Kassem y consideró "inaceptable que un socio estadounidense detenga injustamente a un ciudadano estadounidense y lo deje morir en la cárcel".
ONG internacionales y locales denuncian desde hace años que la tortura es endémica en las comisarías y cárceles de Egipto, desde la época del exdictador Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la actualidad, contra los presos políticos, pero también los delincuentes comunes e incluso ciudadanos extranjeros.La organización Human Rights Watch estima que hay más de 60.000 presos políticos en el país.