EE. UU. vive con enorme división el tercer voto de 'impeachment' a un presidente

La Cámara Baja juzga al mandatario con el poder de una mayoría demócrata que no puede ejercer en el Senado.

Trump en los jardines de la Casa Blanca
Trump en los jardines de la Casa Blanca
KEVIN LAMARQUE

Con seis horas de debate y un último intento desesperado por parte de los republicanos de boicotear el proceso de 'impeachment' con una moción para suspender la votación, el Congreso de Estados Unidos puso este miércoles al presidente Donald Trump en el punto de mira que menos le agrada, el del sospechoso de traicionar a ese país que él ha prometido hacer "más grande". El presidente inició su jornada en redes sociales con un tuit en el que ya introducía la ira de las mayúsculas: "¿Pueden creer que seré imputado políticamente hoy por la izquierda radical, los Demócratas Inútiles, ¡Y NO HICE NADA MALO! Algo terrible. Lean las Transcripciones. Esto no debería pasar nunca de nuevo a otro presidente. ¡RECEN!", dijo en Twitter.

El magnate se enfrentaba así al día en el que iba a ingresar en la lista de los presidentes bajo 'impeachment' -en su caso por cargos de obstrucción al Congreso y abuso de poder- junto a Bill Clinton (1998) y Andrew Johnson (1868). A su vez, Richard Nixon renunció en 1974 antes de que la Cámara de Representantes votara su destitución

La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, abrió el debate previo al voto declarando que el presidente Trump no les dejó alternativa ante la amenaza que representa su actuación para la seguridad nacional y la propia integridad de las elecciones. "Es trágico que las acciones imprudentes hicieran que el juicio político fuera necesario. Él no nos dejó otra opción", dijo a los presentes. Los republicanos por su parte invocaron en sus comparecencias toda clase de ficciones y conspiraciones de los demócratas, mientras Trump obsesionado con el legado del 'impeachment', tuiteaba durante casi todo el día contra el proceso.

El presidente, en un evento de campaña en Michigan planeado a la misma hora del voto sobre su destitución, arengaba ante cientos de fervientes seguidores contra lo que ha venido calificando en los últimos días de "'impeachment' sin delitos", al tiempo que degradaba a sus enemigos políticos con insultos y su retórica al uso. "Menudas atroces mentiras de la izquierda radical, y los demócratas que no hacen nada. Esto es un asalto a Estados Unidos y un asalto al Partido Republicano", escribió exasperado en un momento de la sesión.

En cualquier caso, la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes a favor del 'impeachment' no tiene nada que hacer ante la mayoría republicana en el Senado, donde realmente tiene lugar el juicio político al presidente.

Impacto en la campaña

Trump, que en los últimos tres meses ha combatido agresivamente el proceso en la Cámara baja a base de bloquear testimonios de altos cargos de la Casa Blanca, vetar documentos y hacer públicas interminables quejas por "sufrir una ignominia histórica como ningún otro presidente", no pudo contener su furia el día anterior a la votación y envió por sorpresa una carta personal a Nancy Pelosi. La carta no sólo revela su atormentado estado mental, sino que eleva el proceso contra él al nivel de "martirologio", al declararlo peor que los notorios juicios de las Brujas de Salem durante la época colonial en Massachusetts en 1692 contra más de 200 personas.

Pero, con 'impeachment' o sin él, los demócratas están abocados a perder una batalla de percepción pública en la que el presidente usará como insignia de honor cualquier ataque político venga de donde venga. La actitud del mandatario durante el proceso y su muy probable supervivencia política será explotada en la campaña presidencial de 2020, en la que Trump podría salir reelegido por una base que percibe con admiración al hombre defendiéndose por sí mismo contra la "corrupta" clase política de Washington.

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