medio ambiente

Trump, en guerra con las pajitas de papel por ser como "las ideas liberales"

El presidente estadounidense ridiculiza la prohibición de utilizar pajitas de plástico por su negativo efecto en el medioambiente, cuando solo en Estados Unidos se utilizan al día más de 500 millones de estos productos.

Donald Trump, a su llegada a Greenville, en Carolina del Norte, en el Force One.
El presidente Trump ha vuelto a ser el centro de las críticas por parte de organizaciones ecologistas, contrarias al uso de plásticos. 
KEVIN LAMARQUE/Reuters

El comité de campaña para la reelección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado hoy una iniciativa en contra de las pajitas de papel por ser como "las ideas liberales" en un momento en que el uso de las de plástico está entredicho debido a su notable impacto medioambiental.

"Las pajitas de papel son solo otro ejemplo de los fallidos excesos regulatorios liberales. Pero no temas, ¡el presidente Trump tiene la solución perfecta!", ha escrito el director de la campaña de Trump, Brad Parscale, en un comunicado.

En la nota, Parscale anuncia el lanzamiento de unas pajitas de plástico rojo, con el nombre de Trump estampado en ellas, que son "reciclables y reutilizables" y, por supuesto, "cien por cien estadounidenses".

El asesor, que ha dicho que las de papel son "como las ideas liberales, que no funcionan y se vienen abajo al instante", asegura que las existencias de este producto son "extremadamente limitadas", por lo que invita a los usuarios a hacerse con ellas "hoy mismo".

Para adquirirlas, tan solo hay que pinchar un enlace que lleva a los interesados a una web en la que se puede comprar un lote de 10 unidades por el nada módico precio de 15 dólares y que llegará a la puerta de su casa en unas dos semanas.

Este producto, patentado en Washington en 1888 por el inventor Marvin C. Stone y conocido como pitillo en Colombia y Venezuela, popote en México, bombilla en Bolivia, pajita en España y Argentina, calimete en República Dominicana o absorbente en Cuba, se ha convertido en el centro de las críticas por parte de numerosas organizaciones ecologistas que buscan combatir la avalancha mundial de plásticos que amenaza al planeta.

Solo en Estados Unidos, se estima que cada día se utilizan más de 500 millones de absorbentes que, debido a su pequeño tamaño, son difíciles y caros de reciclar, por lo que la gran mayoría acaba en los ríos y mares.

Por este motivo, a comienzos de mes la capital estadounidense se convirtió en la segunda ciudad del país, después de Seattle -que hizo lo propio el año pasado- en prohibir su uso y promover la utilización de pajitas de papel.

Precisamente este mismo viernes el mandatario abordó esta disyuntiva instantes antes de viajar a Nueva Jersey para tomar parte en un acto de campaña.

"Creo que tenemos problemas mayores que el de las pajitas de plástico... pero, ¿sabes lo que resulta interesante? -le dijo a un periodista- que te preocupas por una pequeña pajita, pero qué pasa con los platos, los envoltorios y todo lo demás que es mucho más grande y está hecho del mismo material"

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