La Fiscalía de Bruselas ha reclamado este viernes un año de cárcel o en su defecto de servicios a la comunidad para un joven de 25 años que tiró piedras contra la Policía durante la primera manifestación de los 'chalecos amarillos' en Bruselas el pasado 30 de noviembre, según ha adelantado el diario 'Le Soir'.

El joven fue detenido y posteriormente identificado gracias las imágenes de vídeovigilancia en las inmediaciones de la manifestación, que no había sido autorizada.

La Fiscalía de Bruselas justifica su petición de pena al considerar que se trata de hechos "muy graves" dado que la Policía se desplegó "para proteger a la población, tanto a los manifestantes como a los otros" en el marco de una manifestación de los 'chalecos amarillos' "no autorizada". "No había por tanto ningún motivo para atacar a los agentes. Los hechos son por tanto muy graves", sostiene.

Un total de cuatro personas con edades comprendidas entre los 23 y 44 años comparecen este viernes ante el Tribunal Correccional de Bruselas por participar en altercados contra la Policía en el marco de las protestas del 30 de noviembre y el 8 de diciembre de los 'chalecos amarillos', acusados de "banda armada en rebelión" y podrían enfrentarse a una pena de hasta dos años de prisión, ha informado la radio pública francófona RTBF.

En el caso de uno de ellos, identificado por las siglas F.E., que tiró piedras e hirió a un Policía, ha sido acusado también de propinar "golpes y heridas" y de "tenencia de armas", por lo que se podría enfrentar a una pena máxima de cinco años de cárcel.

Varios de ellos son conocidos por las autoridades judiciales, según la cadena de radio francófona pública, que recuerda que la sentencia tardará en pronunciarse varias semanas.

Unas 500 personas participaron en la manifestación de los chalecos amarillos el 30 de noviembre en el centro de Bruselas para protestar por la caída del poder adquisitivo, en la que se vivieron algunas escenas violentas, incluido varios vehículos quemados y volteados de la Policía.

Decenas de ellas fueron detenidas, cinco de las cuales fueron puesto bajo arresto judicial y varios días después también fueron detenidos otros dos sospechosos de haber tirado piedras contra la Policía. En el caso de la segunda manifestación de los chalecos amarillos, del pasado 8 de diciembre en la capital belga, unas 450 personas fueron detenidas y diez personas fueron puestas bajo arresto judicial.