Incertidumbre en Bélgica mientras el rey continúa sus consultas de gobierno

Tiene que determinar si resuelve la crisis de gobierno convocando elecciones anticipadas o manteniendo a un Ejecutivo minoritario en funciones.

Juramento del Gobierno ante el Rey Felipe de Bélgica.
Juramento del Gobierno ante el Rey Felipe de Bélgica.

El rey Felipe de los belgas prosiguió este jueves con su ronda de consultas con las formaciones políticas que espera terminar este viernes para determinar si resuelve la crisis de gobierno convocando elecciones anticipadas o manteniendo a un Ejecutivo minoritario en funciones.

Los contactos políticos que el monarca inició el miércoles responden al anuncio de dimisión del primer ministro, Charles Michel, el martes por la noche al no obtener el respaldo del Parlamento a un Gobierno en minoría.

Este jueves acudieron al Palacio Real de Bruselas los presidentes de Groen (ecologistas flamencos), Ecolo (ecologistas francófonos), sp.a (socialistas flamencos), CD&V (democristianos flamencos), MR (liberales francófonos) y Défi (regionalistas francófonos).

El rey ya había recibido el miércoles a los líderes de CDH (democristianos francófonos), Open VLD (liberales flamencos), N-VA (nacionalistas flamencos) y PS (socialistas francófonos).

Las consultas concluirán este viernes, cuando el monarca reciba a las 09.00 (08.00 GMT) al líder de PTB (extrema izquierda) y sin haberse reunido con los ultraderechistas flamencos (Vlaams Belang), a quienes tradicionalmente no invita a estos contactos para formar Gobierno.

Al rey se le abren varios escenarios posibles para solucionar la crisis de Gobierno que abrió la N-VA al dejar la coalición de Gobierno con la que apoyaba a Charles Michel desde 2014, siendo el más probable el mantenimiento de un Gobierno con competencias limitadas.

Este Gobierno provisional puede implementar decisiones ya aprobadas por el Parlamento pero, al considerar que ya no tiene la confianza de la cámara, no puede emprender ni dar luz verde a nuevos proyectos legislativos.

En asuntos como el presupuesto federal para el año 2019, que debía aprobarse este jueves, el Gobierno podrá únicamente ejecutar las decisiones de gasto más urgentes de los próximos tres meses, como el pago de salarios de funcionarios públicos, jueces, policía o Ejército.

Así, el Ejecutivo de Michel continuaría al frente del Gobierno en minoría sin los nacionalistas flamencos y el Parlamento se mantendría en funcionamiento hasta mediados de abril, ya que debe disolverse 40 días antes de las elecciones previstas para el 26 de mayo, el mismo día que los comicios al Parlamento Europeo y los regionales belgas.

El rey tiene también otras dos opciones tras la ronda de consultas, como rechazar la dimisión de Michel o convocar elecciones anticipadas.

Ambas posibilidades se antojan complicadas debido a la composición del Parlamento, ya que el rechazo a la dimisión daría pie a una moción de censura contra el Gobierno en minoría y para la convocatoria de elecciones es necesario que la mayoría parlamentaria disuelva la cámara, mientras que solo una minoría de partidos quiere acudir ya a las urnas.

Entre quienes sí quieren anticipar los comicios se cuentan la N-VA y el Vlaams Belang, que han visto como una encuesta en la región flamenca publicada este jueves mantiene a los nacionalistas por encima del 30 % de la intención de voto y da un 12 % a la ultraderecha, que duplicaría su resultado de 2014.

Ese sondeo, realizado por el diario Het Nieuwsblad durante la semana de la crisis del Gobierno pero antes de la dimisión de Michel, también da buenos resultados a los ecologistas, que conseguiría algo menos del 14 % de los votos, si bien refleja pérdidas de los liberales (11,6 %) y a los socialistas (9,7 %).

Otra encuesta publicada este jueves por la cadena flamenca RTL señala que un 60 % de los belgas rechazan la convocatoria de nuevas elecciones y el 70 % asegura que su voto no cambiará tras los eventos de las últimas semanas.

De este sondeo se desprende también que hay más belgas (42,6 %) a favor de que el Gobierno ratificara el pacto migratorio de Naciones Unidas que en contra (39,7 %), y la mayoría (66,3 %) considera que la N-VA tardó demasiado en expresarse en contra del pacto.

La formación nacionalista flamenca, que había apoyado en julio este documento no vinculante de Naciones Unidas, dio el pistoletazo de salida a esta crisis del Gobierno de Michel al abandonar la coalición de Gobierno el pasado 8 de diciembre.

La aprobación del pacto se convirtió este otoño en una línea roja para la formación nacionalista flamenca, que ha reforzado su ya duro discurso contra la inmigración tras el ascenso de la ultraderecha flamenca del Vlaams Belang en las elecciones municipales del pasado octubre.

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