Abdullah Hassan es un niño de tan sólo dos años que nació con una enfermedad cerebral rara. Hace unos meses su padre, que es estadounidense, viajó con él desde Yemen para que recibiese un tratamiento en este hospital de California, pero los intentos por frenar la dolencia que sufre el pequeño no han funcionado.

Según los médicos, al pequeño no le queda mucho tiempo de vida. Y su madre no puede estar con él ni despedirse.  "Mi esposa me llama todos los días, con ganas de besar y abrazar a su hijo por última vez" , dice Alí Hassan, padre del pequeño. Ella es de Yemen y el veto migratorio del presidente Donald Trump en contra de países musulmanes le ha prohibido entrar en Estados Unidos, a pesar de que su hijo se esté muriendo.

Su padre hace un llamamiento público para que dejen entrar a su esposa, Shaima Swileh, en el país. "El tiempo se acaba. Por favor ayúdenos a reunir a mi familia otra vez", antes de que desconecten las máquinas que mantienen al pequeño con vida.

El pequeño sufre hipomielinización, una enfermedad cerebral que afecta a su capacidad de respirar. Cuando Abdullah tenía 8 meses de edad, la familia se mudó de Yemen a El Cairo, en Egipto, huyendo de la guerra civil en su país. Así que ahora la madre está en la capital egipcia, pero al ser yemení no le dejan viajar a Estados Unidos debido al veto migratorio.

La madre está buscando desesperadamente una excepción del Departamento de Estado de Estados Unidos para poder viajar al país lo antes posible. El traslado de su hijo hasta Egipto no es posible debido a su delicado estado de salud.

Los sietes países de mayoría musulmana que ha vetado el presidente Trump son  Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.