Merkel condena los brotes de violencia xenófoba en Alemania

La canciller critica a grupos ultraderechistas y neonazis por librar "cacerías de personas" en Chemnitz tras morir apuñalado un joven.

Manifestantes de derecha prenden bengalas mientras enfrentan a la policía antidisturbios en Chemnitz (Alemania).
Merkel condena los brotes de violencia xenófoba en Alemania
Efe

La canciller, Angela Merkel, se mostró hoy conmocionada e indignada por los brotes de violencia xenófoba en la ciudad germano oriental de Chemnitz tras la muerte en la madrugada del domingo a puñaladas en una reyerta de un ciudadano alemán de 35 años a manos, al parecer, de dos jóvenes de 22 y 23 años de origen iraquí y sirio, respectivamente, ambos detenidos. No hay lugar al acoso y persecución de extranjeros, afirmó la jefa de Gobierno, quien comentó que "disponemos de vídeos que muestran cacerías de personas y grupos de agitadores sembrando el odio y eso no tiene nada que ver con nuestro Estado de derecho". "En ninguna plaza y en ninguna calle deben producirse esos disturbios", advirtió.

Merkel reaccionó así tras la segunda jornada consecutiva de graves altercados en Chemnitz, donde en la tarde y noche del lunes llegaron a reunirse hasta 6.000 ultranacionalistas y neonazis, así como unos 1.500 contramanifestantes de izquierdas, que superaron las previsiones de las autoridades y desbordaron a los 600 agentes antidisturbios, que tuvieron que emplearse a fondo para evitar que ambos grupos llegaran a enfrentarse directamente. Las fuerzas de seguridad registraron 18 manifestantes y dos agentes heridos y anunciaron hoy la apertura de diligencias en 43 casos por agresiones físicas y hacer uso de simbología nacionalsocialista, delito penado por ley.

"No debemos dejarnos intimidar por hooligans vociferantes y matones. No permitamos que nuestras ciudades se conviertan en escenario de acciones de acoso. El odio no puede tener rienda suelta en nuestro país", declaró el presidente federal, Hans Walter Steinmeier, quien subrayó que "solo el Estado es responsable de garantizar la ley y el orden" e instó a los ciudadanos a no secundar "a los autodenominados vengadores".

A su vez, el primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, comentó que la muerte del ciudadano alemán en una pelea "es un suceso terrible que nos conmueve a todos, pero lo que se está haciendo a costa de la víctima resulta repugnante", en referencia a cómo la extrema derecha trata de sacar partido del crimen y busca réditos ocupando la calle.

Refuerzo policial

Mientras partidos y grupos de izquierda acusan a Kretschmer y a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de llevar tiempo haciendo la vista gorda ante la violencia ultra, el primer ministro sajón aseguró que plantará cara a los extremistas de derechas y reforzará la presencia policial en sus ciudades. Tras callar varios días, el titular germano de Interior, el socialcristiano bávaro Horst Seehofer, se limitó a comentar que la Policía en Sajonia "está en una situación difícil" y ofreció el envío de agentes federales para reforzar sus filas.

De la muerte del alemán de 35 años trata de sacar también provecho la populista Alternativa para Alemania (AfD), que, según una encuesta de la televisión pública MDR difundida ayer, se convertirá en segunda fuerza en Sajonia en los comicios regionales del año próximo con un 25% de votos, cinco puntos menos que la CDU, a la que se acerca peligrosamente. La presidenta de AfD, Alice Weidel, acusó a los medios de tener parte de culpa en los sucesos "por calificar de extremistas de derechas a quienes protestaban pacíficamente".

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