"Vimos gente corriendo descalza y llorando nerviosa, ahí supimos que era grave"

Momentos de tensión, caos y desinformación. Así ha descrito la zaragozana Esther Alonso su llegada este lunes al puerto de Rafina,  al noreste de Atenas, en medio de los incendios que ya han provocado al menos 60 muertes y 170 heridos. 

"Nadie te informaba o si lo hacían era en griego. Fueron momentos de mucha tensión y caos. Las carreteras estaban cortadas, hacia mucho calor y no se podía respirar", explica Alonso a Heraldo.es. La zaragozana asegura que desde la ciudad de Atenas  se está "tranquilo", aunque la ciudad está impregnada de "un olor extraño, a quemado".

Alonso, que está de viaje con unos amigos en el país, llegó este lunes al puerto, aunque explica que ya desde el barco pudieron ver "nubes extrañas" y que no descubrieron de lo que se trataba hasta que llegaron al puerto. "Vimos gente corriendo descalza y llorando nerviosa, ahi supimos que era grave", señala.

"No nos imaginamos la dimensión de lo ocurrido hasta que vimos la prensa en Atenas", explica Alonso que aún no sabe si podrá continuar su viaje hasta el Peloponeso debido a la situación de las carreteras.

Ayuda internacional

Grecia ya ha recibido ofertas de ayuda y solidaridad de muchos países europeos, así como de Israel, para afrontar las consecuencias de estosdramáticos incendios que han arrasado una zona urbanizada a tan solo 30 kilómetros de Atenas. 

Según el servicio de bomberos, actualmente todavía hay tres incendios en curso en la región capitalina de Atica, pero también hay grandes frentes en otras regiones del país, particularmente en la zona de Corinto, en el Peloponeso, así como en la isla de Creta.

España y Chipre han sido los primeros países en responder positivamente a la solicitud de ayuda formulada por el Gobierno de Alexis Tsipras, y participan en las tareas de rescate y extinción con medios aéreos y humanos.