Cuatro atacantes y un policía muertos en un ataque a comisaría en Indonesia

Los asaltantes estrellaron un automóvil contra la barrera del recinto policial en la ciudad de Pekanbaru.

Varios policías evacuan a un compañero herido tras un ataque a la comisaria de Pekanbaru
Varios policías evacuan a un compañero herido tras un ataque a la comisaria de Pekanbaru
Rony Muharrman

Al menos cuatro atacantes y un policía murieron y otras dos personas resultaron heridas este miércoles en un ataque a una comisaría en el oeste de Indonesia, días después de una oleada de ataques y explosiones que dejaron al menos 25 muertos en el país.

Los cuatro asaltantes estrellaron un automóvil contra la barrera del recinto policial en la ciudad de Pekanbaru, matando a un agente. Tras ello atacaron a otros tres policías con katanas antes de ser abatidos, indicaron fuentes policiales a la televisión local Kompas.

En el ataque con las katanas han resultado heridos dos oficiales de la Policía y ha muerto otro agente que ha sido atropellado por uno de los autores del ataque cuando intentaba huir con su vehículo del cuartel de las fuerzas de seguridad.

"El que escapó ha sido detenido y está en la comisaría de Pekanbaru", ha afirmado Wasisto. El portavoz de la Policía ha dicho que un periodista que estaba en el cuartel policía ha resultado herido tras ser alcanzado por el coche de los atacantes.

Un informe previo de la Policía ha señalado que uno de los atacantes muertos tenía una bomba adosada a su cuerpo. El portavoz policial no ha querido referirse a esa circunstancia. Las imágenes de televisión han mostrado a un hombre tirado en el suelo con una larga espada junto a su cuerpo y a un blindado aparcado frente a la comisaría.

Un portavoz policial en Riau ha dicho que todavía no han sido identificados los autores del ataque ni se han determinado las razones del asalto. El ataque ha llegado tras una serie de atentados con bomba perpetrados en los últimos días por milicianos islamistas contra iglesias y contra un cuartel de la Policía en Surabaya, la segunda ciudad del país.

Los ataques suicidas, perpetrados por varias familias con hijos pequeños, y la explosión en un apartamento en el que los milicianos estaban preparando bombas han dejado cerca de 30 muertos, incluidos los autores de los atentados, según la Policía.

Estos últimos atentados son los peores que ha sufrido el país con más población musulmana desde los ataques registrados en Bali en 2005. La Policía sospecha que los últimos ataques han sido perpetrados por una célula del grupo Yemá Ansharut Daulá (JAD), inspirado en Estado Islámico.

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