El dron derriba la cometa

Donald Trump.
Trump anuncia la retira de EE. UU. del acuerdo nuclear con Irán
Agencias

Cuando el Gobierno israelí y la OLP querían superar el odio abrieron negociaciones en secreto en Granada, en 1991, y acabaron tres años después recogiendo el premio por la paz en Oslo el ministro de Asuntos Exteriores Simon Peres, el líder palestino Yaser Arafat y el presidente israelí Isaac Rabin. El verano de 1993 visité Hebrón, Nablus, Ramala y Jerusalén, donde podía ir a la Orient House para escuchar a delegados palestinos sobre la estrategia que preparaban para sellar la paz. Estaba a punto de llegar el secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, del gobierno de Bill Clinton, a Jerusalén para impulsar estas conversaciones y no atizar el fuego.

Veinticinco años después, la hija del presidente Donald Trump llegó ayer a Jerusalén para celebrar el traslado de la embajada de Estados Unidos desde Tele Aviv, en contra de las decisiones de las Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU pidió en diciembre de forma abrumadora al presidente de Estados Unidos que retire el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y Washington amenazó con cortar los fondos a los países que respaldasen la moción. En concreto, 128 de los 193 estados miembro de la ONU votaron a favor de la iniciativa de los palestinos, entre ellos España y el resto de los países de la Unión Europea.

Ayer, el día que se celebraban los 70 años del nacimiento de Israel, en lugar de fomentar el diálogo de los israelíes y los palestinos, la decisión de Trump provocó una masacre de 52 muertos y más de 2.000 heridos en una jornada en la que unas 40.000 personas participaron en marchas en Gaza. Ninguno de los embajadores de la Unión Europea estuvo en la celebración del traslado de la embajada norteamericana a Jerusalén que presidió el primer ministro Benjamín Netanyahu.

No viven ya Simon Peres ni Yaser Arafat ni Warren Christopher. El espíritu de la cometa que lanzaban los niños palestinos en Jerusalén ha muerto con los drones que utilizó el ejército israelí para disparar a los manifestantes de la franja de Gaza. ¡Qué triste!