"Polonia no cooperó con nazis", dice el primer ministro antes de visitar Berlín

La ley del Holocausto castiga con hasta tres años de cárcel por  usar del término "campos de concentración polacos" o por acusar al país de complicidad con el genocidio.

Fotografía del campo de exterminio nazi de Auschwitz (Birkenau)
"Mi madre y su gemela 'jugaron al escondite' con Mengele en Auschwitz"
Efe

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien este viernes visitará Berlín, insistió este miércoles en que "ni Polonia ni el pueblo polaco colaboraron con la ocupación nazi, por lo que no se puede hablar de campos de concentración polacos, ni de una Gestapo polaca o de cámaras de gas polacas".

Morawiecki hizo estas declaraciones en relación a la polémica generada por la ley sobre el Holocausto aprobada recientemente por el Parlamento polaco, que contempla penas de hasta tres años de cárcel por el uso del término "campos de concentración polacos" o por acusar al país de complicidad en ese genocidio.

La norma ha sido muy criticada por Israel, que considera que intenta "desafiar la verdad histórica" y puede difuminar la complicidad, directa o indirecta, de sectores de la sociedad polaca en los crímenes contra los judíos.

Actualmente, el Tribunal Constitucional analiza si la norma contraviene los principios de libertad de expresión, como alegan sus detractores, que consideran que dificultará el trabajo de periodistas e historiadores a la hora de abordar el estudio del Holocausto.

Morawiecki recordó que "la nación polaca fue la única en Europa junto con el pueblo judío, serbio y griego que no colaboró con los alemanes, y aunque es cierto que los judíos fueron los más afectados, también los polacos sufrieron tormentos inimaginables".

Polonia, "debido a su historia, no puede ser acusada de crímenes que no ha cometido", subrayó antes de reunirse el viernes con la canciller alemana, Angela Merkel.

El primer ministro polaco expresó su deseo de que su visita a Berlín sirva para fortalecer la cooperación política y económica entre ambos países, así como mejorar las vías de ayuda a los refugiados.

En este sentido, explicó que Polonia y Alemania tienen "una opinión diferente" sobre la asistencia a los refugiados derivada "del nivel de riqueza diferente" del que disfrutan los dos países.

"Alemania es un país que puede permitirse económicamente recibir cientos de miles de inmigrantes para proporcionarles asistencia social, algo que resulta muy costoso", dijo Morawiecki, cuyo país rechaza las cuotas de acogida de refugiados en la Unión Europea.

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