El padre de tres víctimas de Nassar intenta agredir al exmédico en un juicio

Pidió a la jueza "cinco minutos" con el depredador sexual, pero la magistrada se los denegó.

El padre de una de las víctimas de Nassar intenta agredirle
El padre de una de las víctimas de Nassar intenta agredirle
Reuters/Rebecca Cook

El padre de una de las víctimas de Larry Nassar ha tratado de agredirlo en medio de un juicio. El exmédico del equipo olímpico fue condenado recientemente a entre 40 y 175 años de cárcel  por abusos sexuales de los que dieron testimonio 156 víctimas.   

Randall Margraves, padre de 3 víctimas de Larry Nassar, intentó agredirlo durante una vista judicial tras pedir a la jueza que le dejara "cinco minutos a solas" con él.

"Me gustaría pedirle que, como parte de la sentencia, me deje cinco minutos a solas en una habitación con este demonio. ¿Podría concederme eso?", dijo Margraves al dar su testimonio durante la causa que el exmédico tiene aún abierta en el condado de Eaton (Michigan).

Ante la sorpresa de la jueza por tan inusual petición, Margraves preguntó a la magistrada de forma tajante: "¿Sí o no?".

La juez explicó al dolido padre que no podía hacer tal cosa, por lo que Margraves optó por rebajar sus expectativas y pedir solo "un minuto" a solas con el acusado.

La nueva negativa de la magistrada llevó a Margraves a abalanzarse sobre Nasser al grito de "¡Dejadme a ese hijo de puta!".

Las fuerzas de seguridad presentes en la corte lograron reducir a Margraves, que a pesar de encontrarse ya en el suelo e inmovilizado, no cesó en sus pretensiones.

"¡Quiero a ese hijo de puta! ¡Dejadme un minuto con ese bastardo!", gritaba al tiempo que la policía le pedía que se calmase antes de proceder a esposarle y, finalmente, a sacarle de la sala.

Nassar ha desatado la ira entre los padres y madres de las jóvenes agredidas. Muchos abusos sexuales a niñas y jóvenes deportistas cometidos por el doctor Nassar durante casi 20 años ocurrieron mientras los padres esperaban frente al consultorio.

El 'depredador sexual' destrozó la vidas de unas 156 menores de edad entre 1998 y 2015 bajo un manto de eminencia científica que parecía garantizarle impunidad y con el que manipuló a sus víctimas.

Pero el 24 de enero la juez Rosemarie Aquilina condenó a una pena de entre 40 y 175 años de prisión al exmédico del equipo de gimnasia de Estados Unidos y de la Universidad de Michigan.

La condena se suma a otra de 60 años por posesión de pornografía infantil que el protagonista del peor escándalo sexual en el deporte de Estados Unidos cumple desde diciembre pasado.

Este hombre de 54 años, casado y con tres hijos, escuchó uno a uno los testimonios de las 156 víctimas que comparecieron durante los siete días del juicio celebrado en un tribunal de Michigan.

Desde Kyle Stephens, la primera víctima cuando tenía seis años, se conocieron detalles de las experiencias de las campeonas olímpicas Aly Raisman, McKayla Maroney, Gabby Douglas y Simone Biles, ganadora de cuatro medallas de oro en Río de Janeiro 2016.

Por su terrible experiencia, Chelsea Markham comenzó a consumir drogas y se quitó la vida en 2009. Otras decenas de jóvenes admitieron haber tenido pensamientos suicidas.

El terrible escándalo deja serias heridas, no solo por la avalancha de millonarias demandas contra el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC), la federación de gimnasia (USA Gymnastics) y la Universidad de Michigan, sino por la perversidad de un sistema que por casi dos décadas desoyó las denuncias de sus deportistas.

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