Moderan la alerta por la crecida del Sena en París

Pese a ello, 12 departamentos de Francia están en vigilancia naranja, el segundo punto más elevado, esencialmente en las cuencas del Sena y del Saona, y sus respectivos afluentes.

El Sena se ha desbordado estos pasados días a su paso por París
Moderan la alerta por la crecida del Sena en París
EFE/EPA/ETIENNE LAURENT

La crecida del Sena prosiguió hoy a su paso por París pero lo hizo de forma menos importante de lo esperado, mientras las últimas previsiones indican que no se superará el nivel de las inundaciones de 2016, aunque en otros puntos de la geografía se mantiene la alerta.

En general, Vigicrues, el organismo encargado de vigilar el cauce de los ríos, ha moderado sus previsiones en todo el territorio, después de que las precipitaciones registradas fueran menos importantes de lo previsto.

Pese a ello, 12 departamentos de Francia están en vigilancia naranja, el segundo punto más elevado, esencialmente en las cuencas del Sena y del Saona, y sus respectivos afluentes.

En un país donde París es el termómetro de todo lo que sucede, la situación reflejó hoy estabilidad, mientras que las previsiones eran más optimistas que en los días anteriores.

El Sena alcanzó un nivel de 5,73 metros a su paso por la capital y las previsiones apuntan a que marcará un máximo de 5,90 metros en la madrugada del lunes.

Si se cumple esa previsión, será 20 centímetros más bajo que el máximo registrado en 2016, cuando dos personas murieron en la región de París y en la capital se cerraron museos.

En esta ocasión los dos centros cercanos al río, el Louvre y el Orsay, han establecido planes de emergencia y en el caso del primero se han evacuado algunas salas subterráneas por precaución y otras para guardar las obras que contenían esas.

También están cerradas siete estaciones del tren de cercanías que bordean el río, todas ellas para apuntalar sus instalaciones, porque no han llegado a inundarse.

El Sena transcurre a un nivel muy alto por París, lo que impide a los barcos pasar bajo los puentes de la ciudad, por lo que permanece cerrado al tráfico fluvial.

Están inundadas las vías que bordean el río, la mayor parte de ellas peatonalizadas en los últimos años por el Ayuntamiento, por lo que no hay incidencias en el tráfico de coches.

En general, la ciudad vive con normalidad este nuevo episodio, aunque las autoridades multiplican los llamamientos a la prudencia y a la vigilancia de los vecinos que viven cerca del río, sobre todo para que comprueben si trasteros y aparcamientos subterráneos están inundados.

Vigicrues señaló que el nivel elevado del cauce durará varios días y que se tardará "semanas" en regresar a sus niveles normales.

Las lluvias de los dos últimos meses han sido "excepcionales" y el nivel freático está muy alto, por lo que los ríos tardarán en reducir su caudal y serán muy sensibles a eventuales subidas si se registran precipitaciones a lo largo del invierno.

Más delicada aparece la situación en la región de París, donde varios municipios tiene barrios totalmente anegados y cada centímetro que crece el río agrava la situación.

Sobre todo en la zona posterior a París, conocida como los meandros del Sena, donde se espera que el nivel suba hasta principios de la próxima semana, mientras que en los municipios situados en la cuenca alta la situación ha ido paulatinamente mejorando.

Según las autoridades, un millar de personas han tenido que ser evacuadas en la región de París desde que comenzó el episodio de la crecida, unos 1.500 hogares están privados de electricidad y doce municipios no tienen agua potable.

En el resto del país, la atención se centra en dos tramos fluviales, uno del Saona y otro del Doubs, uno de sus afluentes en el este del país.

Pero Vigicrues apuntó que la decrecida ha comenzado en la mayor parte del país.

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