Ocho estudiantes son detenidos por protestar durante un acto del papa en la universidad

Los estudiantes querían denunciar "la vulneración de derechos laborales y sexuales de la mujer" dentro de la Universidad Católica de Chile

Uno de los estudiantes detenidos durante las protestas
Ocho estudiantes son detenidos por protestar durante un acto del papa en la universidad
Cistrobal Saavedra Vogal

Ocho estudiantes fueron detenidos este jueves durante una protesta pacífica frente a la sede de la Universidad Católica (UC) de Chile, en Santiago, mientras el papa Francisco participaba en un encuentro con personalidades del mundo académico y cultural.

Al mismo tiempo, varios jóvenes pertenecientes a la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) esperaron la llegada del papa desde un edificio cercano con una pancarta en la que reclamaban por la situación en ese centro de enseñanza superior.

"Doble moral en la Universidad Católica. Aquí se vulneran derechos laborales, sexuales, en dictadura, de la mujer", se podía leer en la pancarta.

Mientras eso ocurría, los estudiantes que cerca de la sede universitaria exhibían carteles con el eslogan "Doble moral en la UC" fueron arrestados por la policía y trasladados a comisaría.

"Queríamos mostrarle al sumo pontífice que nosotros estábamos en desacuerdo muchas veces con lo que hacía la UC, pero no se nos permitió", declaró Ricardo Shannon, coordinador político de Nueva Acción Universitaria, la organización que lidera la FEUC.

La presidenta de la Federación, Josefina Canales, explicó al canal 24 Horas que "se trataba de una protesta pacífica para intentar mostrarle al papa que dentro de la UC no todo es tan bonito, sino que se vulneran derechos".

Dentro del recinto donde se desarrollaba el encuentro con el pontífice, un estudiante interrumpió el acto a gritos y fue expulsado del lugar por personal de seguridad.

Y los dirigentes de la FEUC que estaban invitados al acto le entregaron a Francisco fuera de protocolo una carta en la que le agradecían su presencia en la casa de estudios, pero también denunciaban hechos graves que, según ellos, están ocurriendo dentro de esa institución y de la propia Iglesia católica.

"Hoy vemos como la búsqueda de mayor justicia social ha sido abandonada por la Iglesia chilena, la cual ha olvidado su rol social", señala la misiva de los estudiantes de la UC, considerada en la actualidad como la mejor universidad de Latinoamérica.

"Lamentablemente, hoy día existen dos Chiles: uno para quienes pueden pagarlo y otro para los excluidos (...), las demandas sociales de un pueblo silenciado han sido apoyadas por gran parte de población, pero han tenido un gran ausente: la Iglesia chilena", aseveran los estudiantes en su carta.

Y agregan: "Hemos visto como el clero ha tenido un rol pasivo y muchas veces de encubrimiento con los responsables de abusos sexuales (...), con esto se ha causado un daño tremendo a las víctimas y sus familiares, y además se ha fomentado la impunidad de quienes merecían castigo".

En el escrito, los dirigentes de la FEUC también se refieren a las expectativas frustradas del movimiento estudiantil y se quejan de cuestiones de régimen interno de la Universidad Católica, como la expulsión de profesores disidentes y la postergación de un reglamento para evitar el acoso sexual dentro de la institución.

Ajeno a los incidentes que tenían lugar afuera, el rector de la universidad, Ignacio Sánchez, dio la bienvenida a Jorge Mario Bergoglio con un discurso en el que destacó el compromiso de la institución con la "protección de la vida y de la familia".

Ante más de 3.000 invitados, entre los que se encontraban el presidente electo, Sebastián Piñera, y el exmandatario Ricardo Lagos, Sánchez destacó "la importancia de la familia como núcleo principal de la sociedad" y defendió el "compromiso y apoyo al cuidado de la vida, desde la fecundación hasta la muerte natural".

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