El nuevo Gobierno austríaco proclama un europeísmo lleno de contradicciones

Sebastian Kurz niega la deriva antieuropea pero demanda aumentar la presencia de la legislación nacional frente a la comunitaria.

Sebastian Kurz durante su intervención en Bruselas.
El nuevo Gobierno austríaco proclama un europeísmo lleno de contradicciones
Efe

El nuevo canciller austríaco, Sebastian Kurz, quiso dejar claro este martes el carácter proeuropeo de su Ejecutivo, en coalición con la formación de extrema derecha Partido Liberal de Austria (FPÖ), al tiempo que abogó por reducir el peso de la normativa comunitaria y aumentar la llamada subsidiariedad.

En un primer viaje al extranjero tras su toma de posesión a la capital comunitaria que tuvo un enorme carácter simbólico por los temores de Bruselas de toparse en Austria con un nuevo feudo eurófobo, Kurz quiso calmar a las instituciones comunitarias y el resto de capitales y negar una deriva antieuropea de su Gobierno.

Ese mensaje tranquilizador, aunque con algunas contradicciones como la demanda de aumentar la presencia de la legislación nacional frente a la comunitaria con un mayor uso del principio de subsidiariedad, fue recogido con aparente agrado tanto por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, como el de la Comisión, Jean-Claude Juncker, tras sendos encuentros.

"Estamos muy satisfechos de que el nuevo canciller haya elegido Bruselas para su primer viaje. Es una señal muy positiva a la hora de reconocer el compromiso del nuevo ejecutivo con la Unión Europea", señaló Juncker en una rueda de prensa en la que pidió "juzgar al nuevo canciller por sus actos" y no sacar conclusiones antes de tiempo.

En la misma línea, Tusk declaraba tras su encuentro con el nuevo canciller austríaco haberse encontrado con un joven "energético, determinado y proeuropeo".

El mismo Kurz quiso subrayar ante los medios la vocación europeísta de un Gobierno "elegido democráticamente por los ciudadanos" y hasta excusarse por la presencia del FPÖ en su Gobierno, que explicó por el rechazo de los socialdemócratas austríacos a ser el "socio junior" de la coalición.

El nuevo canciller aseguró apostar por la UE, una vía para la que sin embargo consideró "clave" aumentar "el principio de subsidiariedad", así como "ser práctico y no recargar las pequeñas cosas de normas" y reducir la burocracia comunitaria.

En su primera rueda de prensa ante la prensa de Bruselas -aunque dada la hora, la mayoría de los que acudieron fueron periodistas de su propio país-, Kurz insistió en el discurso de lucha contra la inmigración ilegal que viene siendo bandera de los distintos gobiernos austríacos, no importa el color.

"Ya conocen mi visión de sobre la inmigración. Es necesario controlar mejor las fronteras y tomar las riendas para decidir quién viene a Europa en vez de dejar eso en manos de las mafias de inmigración clandestina", señaló.

A propósito de las cuotas de reubicación de refugiados, sobre las que se pronunció ya en la última cumbre su antecesor al frente del Gobierno austríaco, Christian Kern, Kurz señaló que "en ningún caso parecen la solución al problema".

La coalición de Gobierno recién estrenada ya ha dejado claro que considera "erróneo" el sistema de cuotas obligatorias y que trabajará por cambiarlo, alineándose así con la posición que mantienen países del este como Hungría o Polonia, a quien la Comisión Europea ha tenido que remitir ante la justicia europea por este asunto.

Tanto Kurz como los líderes del Consejo y la Comisión se mostraron motivados por el trabajo común en los próximos meses para preparar la presidencia de turno de la UE que le corresponderá a Austria en la segunda mitad de 2018.

Preguntado sobre si piensa recibir a miembros del FPÖ en Bruselas, Juncker señaló "no ver ninguna razón" para no hacerlo, "del mismo modo que me he reunido con multitud de ocasiones con miembros de la extrema derecha en países como Bulgaria o de Syriza en Grecia", dijo.

Kurz, de solo 31 años, terminará sus encuentros con líderes europeos este miércoles a primera hora, cuando celebrará una entrevista con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.

La visita de Kurz incomodó a algunos miembros de la CE como al comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, que alertaba hace solo dos días en su cuenta de Twitter de que la nueva coalición austríaca "debe suscitar la vigilancia de los demócratas comprometidos con los valores europeos".

"Todos nuestros comisarios son políticos que forman parte de una Comisión política y se expresan como tal", zanjó el portavoz de la CE al ser preguntado por este mensaje.

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