El Papa y el jefe militar birmano adelantan su reunión y hablan de la responsabilidad de las autoridades en la transición

La reunión entre el Papa Francisco y el jefe de las Fuerzas Armadas de Birmania, el general Min Aung Hlaing ha tenido lugar en el  Arzobispado de Rangún.

El Papa Francisco y el jefe del Ejército birmano se reúnen en Ragún.
El Papa Francisco y el jefe del Ejército birmano se reúnen en Ragún.

El Papa se ha reunido con el jefe de las Fuerzas Armadas de Birmania, el general Min Aung Hlaing, durante 15 minutos en uno de sus primeros encuentros fijados en la agenda de su viaje al país, donde ha aterrizado este lunes.

Según ha informado el portavoz oficial del Vaticano, Greg Burke, durante el breve encuentro que ha sido de carácter privado y, por tanto, sin cámaras ni periodistas, ambos han hablado de la "gran responsabilidad de las autoridades del país en este momento de transición".

La reunión con el general Hlaing, uno de los principales ejecutores de la persecución contra los musulmanes rohingya, de los que afirma que no son 'nativos' de Birmania, ha tenido lugar en el Arzobispado de Rangún. En un principio estaba prevista para el día 30, pero ha sido adelantada a este lunes.

Estaban además presentes el jefe de la Oficina Número Uno de Operaciones Especiales, el general Tun Tun Naung, el jefe de la Oficina Número Dos de Operaciones Especiales, el general Than Tun Oo, el jefe de la Oficina Número Dos de Operaciones Especiales, el general Soe Htut, y el coronel Aung Zaw Lin. En la reunión, el Papa estuvo acompañado de un traductor de la Iglesia de Birmania.

El encuentro ha concluido con el intercambio de regalos. El Papa ha obsequiado al general Hlaing con la medalla del viaje apostólico. Por su parte, el jefe militar birmano ha regalado al Pontífice un arpa en forma de barca y un cuenco de arroz decorado.

A su llegada al aeropuerto de Rangún este lunes, el Pontífice fue recibido por autoridades civiles del país, encabezadas por el ministro delegado del presidente de la República, y religiosos, entre ellos los obispos de la Iglesia en Birmania.

Miembros de grupos étnicos minoritarios vestidos con trajes tradicionales han dado la bienvenida a Francisco en el aeropuerto de Rangún y unos niños le han regalado flores cuando ha bajado de su avión, según informa Reuters. El Pontífice ha saludado a través de una ventana abierta a decenas de niños que agitaban banderas del Vaticano y de Birmania y que vestían camisetas con el lema del viaje, "amor y paz", mientras se dirigía en un automóvil Toyota a la catedral de Santa María.

Sólo unos 700.000 de los 51 millones de habitantes de Birmania son católicos. Miles de ellos han viajado en trenes y autobuses a Rangún y se han unido a las multitudes presentes en varios puntos del camino que ha hecho Francisco desde el aeropuerto para saludarles. "Venimos aquí para ver al Santo Padre. Sucede una vez en cientos de años", ha señalado Win Min Set, un líder comunitario que ha traído a un grupo de 1.800 católicos del sur y oeste del país.

"Él está muy bien informado en asuntos políticos. Manejará el tema inteligentemente", ha agregado en referencia a la sensibilidad que existe por el tema de los rohingya.

Desea una buena estancia a los periodistas

Durante el vuelo papal, Francisco ha deseado a los periodistas que le acompañaban en el avión un buen trabajo. "Buenas noches y muchas gracias por la compañía. Gracias por vuestro trabajo. Les deseo una buena estancia, dicen que hace mucho calor, lo lamento. Que por lo menos sea fructífero", ha afirmado, tal y como informan medios locales.

Francisco viajó hasta Birmania en un avión A 330 de la aerolínea italiana Alitalia, que ha despegado a las 22.10 del aeropuerto internacional de Roma-Fiumicino y ha aterrizado a las 13.30 (hora local birmana) en el aeropuerto internacional de Rangún.

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