Macron defiende su gestión en plena caída libre de su popularidad

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió este miércoles la gestión efectuada desde su llegada al Elíseo en mayo en la primera gran entrevista que concede desde entonces, cuya publicación coincide con una nueva caída de su popularidad.

"Cuando llegas al poder, no haces las cosas en 100 días", dijo al semanario 'Le Point' Macron, que pese a la distancia con la prensa que impuso al inicio de su mandato ha cambiado su estrategia para intentar revertir ese giro en los sondeos.

Entre julio y agosto, según una encuesta difundida este miércoles por el instituto demoscópico BVA, su popularidad cayó 11 puntos, hasta el 43 %, especialmente entre los de derechas y los socialistas, donde el descenso respectivo es de 20 y de 13 puntos, hasta el 38 y el 51 %.

Aquellos que esperan ya resultados, según afirma en extractos de esa entrevista que se publicará completa este jueves, "son los mismos que decían primero que era un intruso, un oportunista, luego que era imposible que ganara, y después que no tendría una mayoría en la Asamblea Nacional".

Macron, que en la campaña avanzó su creencia de que el país necesitaba una presidencia "jupiteriana", en contraste con la presidencia "normal" de la que alardeaba su antecesor, François Hollande, dejó claro que nunca quiso compararse con el principal dios de la mitología romana, y pidió que se entienda la necesidad de no entrar en todas las polémicas.

Pero en esta inusual explicación directa sobre lo emprendido hasta ahora, pasa a la ofensiva para reivindicar que este inicio de mandato ha sido "el más denso que ha seguido a unas elecciones presidenciales" y ha conseguido "pasar página a tres décadas de ineficacia".

Sus declaraciones llegan un día antes de la presentación de su reforma para flexibilizar el mercado laboral, una de las más controvertidas de su programa.

Su intención "no es que sea fácil, sino eficaz", sostuvo sobre un plan contra el que ya hay organizadas varias manifestaciones en septiembre.

El jefe del Estado se defendió igualmente de uno de sus episodios más negativos hasta la fecha, la dimisión en julio del entonces jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Pierre de Villiers, en protesta por los recortes previstos para cumplir en 2017 los compromisos de déficit.

"El Ejército no hace lo que quiere, no está autopilotado", concluyó Macron.

Y, en materia internacional, reiteró la idea de que Francia debe recuperar su orgullo, y de que el terrorismo solo puede ser vencido con una respuesta "múltiple", que incluya un enfoque económico, cultural, educativo y de seguridad.