Cómo actuar en caso de accidente de coche en el extranjero

Indemnizaciones, informes policiales, aseguradoras... ¿Cuáles son los requisitos para una correcta toma de datos que nos permita reclamar en caso de no tener la culpa del siniestro?

Un coche circulando por una autovía estadounidense.
Un coche circulando por una autovía estadounidense.
P. B.

Las vacaciones hacen del verano una época propicia para viajar, coger carretera y manta y embarcarse en un 'road trip' que traspase fronteras para conocer nuevos destinos. "Con el paso de los años estamos viendo que cada vez más personas se animan a escoger un periodo de sus vacaciones y viajar con su propio vehículo por el resto de Europa e incluso a otros países más lejanos, y esto es una tendencia que va in crescendo", afirma Jorge Flores Martos, coordinador del departamento de Extranjeros de Automóviles de Mapfre, una de las compañías aseguradoras que en época estival aumenta el volumen de casos en los que debe intervenir para solucionar un siniestro ocurrido dentro o fuera de España.

"En estas fechas -explica Flores Martos- se da una doble circunstancia. Nuestros clientes salen fuera de España y, al mismo tiempo, residentes de otros países europeos vienen a nuestro país de vacación. Fruto de este aumento de desplazamientos tenemos un mayor volumen de accidentes declarados sobre los que nos toca intervenir, y hay un porcentaje de estos siniestros ocurridos en época estival sobre los que no se tiene conocimiento hasta bien entrado septiembre, cuando la persona -implicada en una colisión de escasas consecuencias a nivel de daños materiales- vuelve a España y declara esos hechos", detalla.

Por lo general, los expertos informan de que este tipo de siniestros ocurridos fuera de nuestras fronteras tienden a resolverse de una forma más lenta. La razón de estas demoras se encuentra en que el proceso de resolución conlleva más pasos y más partes implicadas, dado que en muchas ocasiones se trata de un vehículo asegurado en otro país de la Unión Europea o del extranjero. "En España existe una serie de acuerdos y convenios entre las distintas compañías aseguradoras que operan en nuestro país para agilizar estos procesos, pero cuando se trata de un vehículo de una nacionalidad distinta no hay ningún tipo de acuerdo ni convenio, y eso motiva que por defecto la resolución para un accidente en el que está implicado un vehículo extranjero sea mucho más lenta", puntualiza Flores Martos al indicar que, en el mejor de los casos, si los plazos se cumplieran al pie de la letra y uno pone una reclamación a una compañía extranjera sin obtener respuesta, "podrían pasar entre cinco y seis meses" hasta que el afectado consiguiera una resolución por medio de un buró (en calidad de organismo de información y mediación). En este punto se encuentran los aragoneses Silvia y Pablo (nombres ficticios) tras verse implicados en un siniestro el pasado mes de junio mientras circulaban por una autopista estadounidense.

Cuando estaban detenidos para pagar el último peaje que les llevaba a su destino, el conductor de otro vehículo americano (con matrícula de Nueva Jersey) colisionó contra el suyo, y ambos tuvieron que retirarse a un arcén para hacer papeles.

"No llamamos a la policía porque fue un accidente menor que además tuvieron que grabar las cámaras de seguridad de la zona. Inmediatamente, desde el móvil de la persona que nos dio el golpe tratamos de contactar sin éxito con la oficina y el comercial que nos alquiló el vehículo, pero al ser sábado nadie nos cogió el teléfono. En el último contacto que mantuvimos con ellos, tras devolver el coche en otro estado, nos pedían un informe policial para no cargarnos los daños del vehículo siniestrado al no localizar a la persona implicada (cuyos datos personales resultaron, además, ser falsos)", lamenta esta pareja.

Consejos para evitar sopresas

Para evitar este tipo de situaciones y procurar que un accidente no arruine el viaje, los expertos aconsejan lo siguiente:

La primera recomendación que se suele hacer a cualquier persona que se vea inmersa en estas circunstancias es no firmar nunca un parte amistoso sin tener claro de quién es la culpa. "Al hacerlo en un idioma distinto al nuestro o por desconocimiento de las normas del país donde se ha producido el siniestro puede suceder que la visión que se dé en ese parte sea muy distinta a la forma de ocurrencia", advierte Flores Martos, quien subraya que "no existe obligación alguna" de firmar un parte amistoso que pueda vincular al afectado como responsable del siniestro. La excepción para este tipo de casos se encuentra, dicen, en el Reino Unido, donde la propia normativa y el código de circulación difiere en este punto del resto de países. "De entrada allí un parte amistoso casi nunca se considera vinculante, por lo que salvo que se disponga de un elemento de prueba, no queda otra que pagar la reclamación del contrario", añaden. En paralelo a esta acción de toma de datos, fotografías y pruebas que puedan ser vinculantes, fuentes de esta compañía aseguradora afirman que en ocasiones también puede ser recomendable llamar a la autoridad para que se presente en el lugar del siniestro, si bien en estos casos entrará en juego el factor lingüístico y las limitaciones que pueda haber a este respecto. "En Rumanía, por ejemplo, la policía está acostumbrada a intervenir en colisiones con otro vehículo estacionado para elaborar el informe pertinente sobre la forma en la que se ha producido el siniestro. Cada país lo tiene regulado de forma distinta y es cierto que en el caso de España, si no hay lesionados, no se suele elaborar dicho informe", indica.Lo más importante, en cualquier caso, es siempre "la identificación de la matrícula" del vehículo contrario que se ha visto implicado en el accidente. Así pues, este experto insta a sacar fotografías que constituyan un elemento de prueba en caso de reclamación. "De entrada, no saber cuál es la aseguradora de ese vehículo no es un problema para nosotros porque hay una serie de mecanismos que nos permiten averiguar la compañía. Lo más importante es quedarse con la matrícula, y qué mejor manera de hacerlo que sacando con el propio teléfono móvil una fotografía del contrario para que no haya errores de transcripción a la hora de facilitar esos datos a la compañía", añade.

¿Y si las versiones difieren o son contradictorias? Ante este tipo de casos, si no está acreditada la responsabilidad del contrario, no va a quedar más remedio que asumir la reparación de los daños. "Para evitar esto, una recomendación que haría, a ser posible, es no viajar fuera de España con un vehículo que no tenga un seguro a todo riesgo, pues si el coche no dispone de este, la persona va a depender por completo de la reclamación que la compañía de alquiler haga por su cuenta sumado a los plazos de tiempo tan dilatados que suelen ir asociados a este tipo de reclamaciones", manifiesta. Por el contrario, al disponer de una póliza a todo riesgo, la compañía aseguradora invertirá el tiempo necesario para conseguir la indemnización pertinente y se hará cargo de la reparación del coche siniestrado aunque el accidente suceda en un país diferente a España. "En el caso de Mapfre, disponemos de un corresponsal en cada país europeo y, si un vehículo nuestro se ve implicado en un accidente, ellos se ocupan de enviar a un perito y asumir el coste de la reparación", aseguran las mismas fuentes. Estas pólizas librarían también al asegurado de algún que otro "susto" por desconocimiento del código de circulación de un país extranjero, situación que puede convertir a uno en el responsable de los hechos. "En el Reino Unido, en concreto, un 80% de los siniestros que se nos declaran ocurren precisamente en glorietas, donde el que circula por el carril interior tiene prioridad absoluta", declara Flores Martos.Última opción: la intervención de los burós. Si resulta que no se es culpable del siniestro pero las circunstancias no han jugado a su favor, los expertos aseguran que todavía hay opción. "Cada país tiene un organismo oficial que persigue la protección de las víctimas en un accidente de circulación, y te permite hacerles intervenir en circunstancias concretas", informa Flores Martos. Por ejemplo, en el caso de poner una reclamación a una compañía extranjera, si pasados tres meses no se ha obtenido respuesta de que la otra parte está conforme con asumir la indemnización pertinente, se puede hacer intervenir al buró del país de origen para que contactando con su homólogo del país extranjero donde ha ocurrido el accidente intente forzar esa respuesta que haga reaccionar a la compañía contraria. "Los burós tienen competencia para asumir este tipo de funciones en circunstancias concretas, y el papel que ellos juegan lo debemos conocer todos. Hace años ni siquiera existía esta posibilidad y, si en un tiempo prudencial no habías obtenido respuesta, no quedaba otra que iniciar la vía judicial", sentencia el experto.

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