CDU y CSU cierran filas en busca del cuarto mandato de Merkel

Los conservadores alemanes plantean un programa de rebaja de impuestos y oferta del pleno empleo y pactan la discrepancia sobre la acogida a los refugiados.

Angela Merkel, junto al primer ministro de Baviera y líder de los socialcristianos (CSU), Horst Seehofer.
CDU y CSU cierran filas en busca del cuarto mandato de Merkel
Efe

Pleno empleo, reducción del IRPF sin otros aumentos fiscales compensatorios, mas seguridad con la contratación de 15.000 policías suplementarios, incremento de las ayudas a las familias con niños o inversiones en vivienda pública son algunas de las promesas que figuran en el programa electoral de los conservadores alemanes que presentaron este lunes la canciller federal y presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel, y el primer ministro de Baviera y líder de los socialcristianos (CSU), Horst Seehofer. Todo con el objetivo de conseguir "Una Alemania en la que vivamos bien y a gusto", según figura en el título del documento, y "bienestar y seguridad para todos", como explicó Merkel en la rueda de prensa con su socio bávaro. Un programa que, sin embargo, es "asocial, irresponsable y poco serio" a juicio del presidente y candidato a la cancillería de los socialdemócratas, Martin Schulz. No es mas que "un programa de mínimos para evitar conflictos en el seno de la Unión", comentó Schulz, que lo calificó de "cobarde" y "sin ideas de futuro". Además criticó que contiene regalos fiscales para los que mas ganan, incluye un concepto impositivo impracticable, no aborda el problema de las pensiones y olvida buscar la equiparación salarial de las mujeres.

Tras la aprobación unánime del programa por la directivas de las dos formaciones hermanas, Merkel y Seehofer subrayaron que el trabajo es la clave para mayores inversiones y un aumento de las ayudas a las familias. De ahí el objetivo de alcanzar el pleno empleo hasta 2025, con la reducción del paro actual del 5,5% o 2,5 millones de personas a la mitad. Una meta que no se alcanzaba en Alemania desde los pasados años 70 y que supone reducir el desempleo a menos del 3% de la población en edad laboral. Conscientes del problema demográfico del país y la falta de personal cualificado en muchas empresas, los conservadores germanos anunciaron para la próxima legislatura una ley para facilitar la inmigración de mano de obra especializada para que "ningún empleo quede sin cubrir". Una regulación adecuada facilitará la migración legal, subrayó Seehofer, mientras Merkel comentó que no habrá, sin embargo, un sistema de puntos siguiendo el ejemplo de Canadá.

Tras meses de polémica entre los conservadores sobre la política de refugiados y los duros ataques desde Múnich a la canciller, el líder bávaro aseguró que existe ahora "un fuerte comunión entre la CDU y la CSU" y dijo estar "sumamente contento" con lo que figura en el programa conjunto. Sin embargo, sigue habiendo disenso en el tema de los peticionarios de asilo. Merkel dejó claro que sigue rechazando cuotas máximas anuales de refugiados como exige Seehofer, mientras este comentó que esa iniciativa figurará en el "Plan de Baviera" que su partido tiene pendiente de aprobar como programa electoral propio y adicional. El jefe de la CSU reconoció, pese a todo, que su exigencia de limitar la entrada de refugiados no será condición previa para sumarse a una nueva coalición de gobierno a las órdenes de Merkel. Ambos comentaron, además en ese sentido que los partidos de la Unión no se comprometen de antemano con cualquier otra formación y solo rechazan alianzas de gobierno con La Izquierda o los populistas de la Alternativa para Alemania (AfD).

A la hora de precisar sus promesas y con la vista puesta en las familias, los dos dirigentes conservadores señalaron que reducirán en 15.000 millones de euros el pago del IRPF y eliminarán paulatinamente a partir de 2020 el llamado "impuesto de solidaridad", la carga fiscal del 5,5% a los ingresos que se estableció tras la reunificación nacional para financiar la reconstrucción del este del país. También se incrementará la desgravación fiscal por hijos y se aumentará en 25 euros hasta 217 euros mensuales la ayuda pública para cada uno de los dos primeros hijos, a 223 para el tercero y a 248 euros a partir del cuarto. Es mas, crearán una ayuda a la vivienda infantil, de manera que las familias que compren su primera residencia recibirán adicionalmente durante diez años una subvención anual de 1.200 euros por cada hijo y quedarán exentas del pago del impuesto de bienes inmuebles.

CDU y CSU concederán también beneficios fiscales a las pequeñas y medianas empresas que realicen inversiones en investigación y desarrollo por un máximo de 3.000 millones de euros, aunque seguirán el objetivo impuesto por el ministro federal de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de cerrar los presupuestos nacionales sin nuevo endeudamiento. Y habrá marcha atrás en la doble nacionalidad para los hijos de extranjeros nacidos en Alemania. La Unión quiere un "corte generacional" para los ciudadanos que no procedan de la UE y a los que obligará a decidirse entre el pasaporte alemán y el de sus ancestros en la generación siguiente a la de los nacidos en suelo germano.

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