Arabia Saudí despeja el camino al trono de su joven príncipe heredero

Mohamed Bin Salmán, hijo del actual rey Salman Bin Abdulaziz, gana poder tras apartar de la línea sucesoria a su primo Mohamed Bin Nayef.

Mohamed Bin
Mohamed Bin
Efe

Arabia Saudí acelera la llegada al trono de príncipe Mohamed Bin Salmán, conocido como MBS, tras apartar de la línea sucesoria a su primo Mohamed Bin Nayef y despejarle el camino como príncipe heredero. La carrera de MBS, de 31 años, ha sido meteórica desde la llegada al trono de su padre, el octogenario Salman Bin Abdulaziz, en enero de 2015, y aglutina en sus manos la jefatura de la Corona, el puesto de viceprimer ministro, la cartera de Defensa y la dirección del poderoso Consejo Económico y de Asuntos de Desarrollo, órgano que supervisa la Saudi Aramco, la principal compañía productora de petróleo del mundo, lo que le ha convertido en el auténtico hombre fuerte del reino o "Mr. Everything" (el Señor Todo, tal y como le apodan algunos diplomáticos occidentales).

Después de décadas de inmovilismo, el reino mueve ficha en un momento especialmente delicado debido a la tensión en el Golfo con los vecinos Catar y Yemen, a la expansión de Irán en toda la región, y a los nuevos equilibrios surgidos tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, frentes marcados por las decisiones adoptadas por el joven heredero. MBS fue también el encargado de negociar directamente un acuerdo sin precedentes, de 110.000 millones de dólares, para la compra de material bélico a EEUU en la última visita de Trump a Riad. El cambio tiene un doble mensaje dirigido al interior de un país que trabaja en el "Proyecto de la Visión de Arabia Saudí 2030", un plan que busca reducir la dependencia del petróleo a través de la diversificación de las inversiones y fuentes de ingresos, una tarea titánica en un país en el que el 70 por ciento de su economía depende de la venta de hidrocarburos, pero sobre todo de cara al exterior, donde Riad quiere consolidar su posición frente al enemigo iraní. Los medios de la república islámica calificaron esta decisión en la casa real como "golpe blando" de estado y recordaron las palabras del mes pasado de MBS llamando a la "batalla" contra Irán.

El real decreto fue difundido por la agencia estatal de noticias, SPA, poco después de la última comida antes del ayuno diario que los musulmanes practican durante este mes sagrado del Ramadán y en él se recogía que MBS fue elegido heredero por 31 de los 34 miembros del comité de sucesión, órgano que reúne a los principales miembros de la familia real. Inmediatamente se difundieron imágenes de los dos primos dándose la mano y unas breves palabras del damnificado, Mohamed Bin Nayef, de 57 años, que aseguró estar "contento" y dijo al nuevo sucesor al trono que "nunca dejaremos de recibir tu guía y consejo". Además de perder la oportunidad de ser Rey, Bin Nayef fue apartado de su cargo de Ministro de Interior y jefe de la lucha contra el terrorismo.

La vida post Abdalá

La muerte del rey Abdalá en enero de 2015 fue el punto de inflexión para una monarquía que desde entonces ha reorientado sus políticas externa e interna para tratar de adaptarse a los nuevos tiempos marcados por el hundimiento del precio del petróleo, que ha pasado de los 100 dólares el barril a poco más de 40, y la lucha contra Irán por la hegemonía regional, lucha que se vive en países como Yemen o Siria, pero también en el propio reino donde entre 10 y el 15 por ciento de la población es chií, secta del Islam mayoritaria en Irán. Este enfrentamiento étnico y religioso entre persas chiíes y árabes suníes se recrudeció tras la firma del acuerdo nuclear entre Teherán y Washington y ahora Riad trata de recuperar el terreno perdido gracias a la llegada de Trump.

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