Una cadena de atentados con armas y explosivos han matado a dos personas en el sur de Tailandia este miércoles y han herido a otras tres, según ha informado un portavoz del Ejército.

Los ataques han tenido lugar en las provincias de Narathiwat, Pattani y Songkhla, todas cercanas a la frontera con Malasia. La región es escenario desde 2004 de una insurgencia separatista que ha dejado más de 6.500 muertos, en su mayoría civiles. El país tiene una mayoría budista, pero hay una parte de la población en el sur de confesión musulmana.

Los ataques de este miércoles han tenido como objetivo a las fuerzas de seguridad, incluida la Policía, el Ejército, pero también civiles, ha afirmado el portavoz.

"Este es el trabajo de las personas que quieren provocar el caos. Parece que su intención no es matar sino alterar a los ciudadanos", ha contado a Reuters el coronel Yutthanam Petchumuang, portavoz del Comando de Operaciones de Seguridad Interna.

Las conversaciones entre el Gobierno de Tailandia y los diversos grupos de insurgentes comenzaron en 2013 bajo el Gobierno democrático de Yingluck Shinawatra, pero se han estancado desde su derrocamiento en 2014. En el mes de marzo la Junta Militar de Tailandia rechazaba la oferta de iniciar un proceso formal de paz con los grupos separatistas islámicos que luchan en el sur.