Italia quiere estabilizar Libia para frenar la inmigración irregular

Busca responder al desafío migratorio que se vive en el Mediterráneo central.

Harto de que sus socios europeos miren hacia otro lado a la hora de responder al desafío migratorio que se vive en el Mediterráneo central, el Gobierno italiano trata de promover una estrategia para frenar la llegada masiva de extranjeros a través del mar. Con este objetivo concluyó ayer en Roma el encuentro del llamado Grupo de Contacto entre la UE y los países del Norte de África, en el que participaron los ministros de Interior de Alemania, Francia, Eslovenia, Suiza, Austria, Malta, Túnez, Argelia y Libia, además del anfitrión, el italiano Marco Minniti.

Aunque se dudaba de que fuera a acudir a la cita de Roma debido a la inestabilidad que sufre su país, también participó el jefe del Gobierno de unidad nacional libio designado por Naciones Unidas, Mohamad Fayez al-Sarraj.

Con escaso margen de maniobra y atrapado entre los seguidores del ex primer ministro Khalifa al-Ghweil y los del general Khalifa Haftar, hombre fuerte en Bengasi y la Cirenaica, el líder libio reconocido por la ONU consiguió el compromiso de Roma y de Bruselas de que recibirá medios y equipamiento tecnológico para poner freno a la inmigración. Aunque en la declaración final no se detallan las aportaciones al Ejecutivo de Al-Sarraj, el 'Corriere della Sera' aclaró cuáles son sus peticiones: 10 naves para la búsqueda y rescate, 10 lanchas para los controles de las costas, cuatro helicópteros, 24 lanchas neumáticas, 10 ambulancias, 30 jeeps y 30 teléfonos por satélite. Este material se estima que tiene un valor de 800 millones de euros, una cantidad que duplica los 400 millones de euros comprometidos hasta ahora por Roma y Bruselas.

De momento Al Sarraj tendrá que conformarse con las 10 patrulleras que recibirá antes de final de mayo. Tendrán como tripulación los 90 militares libios que llevan meses adiestrándose en un barco de la Marina italiana. "Cuando haya una Guardia Costera libia será posible coordinar sus actividades con las naves de la Operación Sofía", comentó Minniti, haciendo referencia al dispositivo europeo de control de la inmigración en el Mediterráneo central. El Gobierno italiano espera que cuando cuente con más medios, Trípoli será capaz de evitar que las barcas de inmigrantes partan de sus costas. Para ello hará falta igualmente una voluntad política de cortarle las alas al tráfico de seres humanos, uno de los negocios hoy más florecientes del país y con enorme capacidad para corromper a quienes detenten el poder en el país.

La declaración de intenciones tras la cumbre de Roma incluye un significativo llamamiento para tener como "prioridad" la lucha contra las mafias de la inmigración, apelando a realizar "un esfuerzo común". Mientras tenían lugar estas conversaciones, no cesaron los rescates en el Mediterráneo central: en los últimos tres días han sido salvadas casi 5.000 personas. En lo que va de 2017 han sido auxiliadas 15.852 inmigrantes, un 67 % más que en el mismo periodo del año anterior.

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