El presidente palestino, Mahmud Abás, insistió en que el anuncio del Gobierno israelí de construir 2.500 viviendas en colonias judías en el territorio ocupado de Cisjordania es un paso "peligroso" y adelantó que trabaja para evitarlo.

"Hemos contactado a árabes y amigos para tomar medidas para detener (la construcción) y actuar de manera internacional", dijo el mandatario palestino durante un encuentro anoche del Comité Revolucionario del partido nacionalista Al Fatah, que encabeza.

Con sus palabras reforzó el mensaje lanzado por el portavoz de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Nabil Abu Rudaina, que calificó la decisión israelí de "desafío" y "provocación", y advirtió de que traerá consecuencias.

El martes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, dieron luz verde a la construcción de 2.500 viviendas en Cisjordania, la mayoría en colonias de los territorios palestinos ocupados.

Lo hicieron después de que el domingo se aprobaran 566 unidades residenciales en asentamientos de Jerusalén Este, la parte de la ciudad ocupada por Israel desde 1967 y que los palestinos reclaman como capital de su estado.

La ONU y la UE se apresuraron a condenar estas medidas y mostraron su preocupación ante el avance de las políticas de colonización israelíes que amenazan la viabilidad de la solución de los dos estados, uno israelí y otro palestino, en la que trabaja la comunidad internacional.

Pero el Ejecutivo israelí confía en que la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, que ha mostrado abiertamente su simpatía por Israel, abre una era de "inmensas e importantes oportunidades" porque espera que sea más tolerable con la colonización de lo que fue Barack Obama en su mandato.

En el encuentro del Consejo Revolucionario de Al Fatah celebrado en Ramala, Abás informó de que se reunirá el próximo 7 de febrero con el presidente francés, François Hollande, para debatir con él asuntos regionales y "agradecerle" la organización de la Conferencia de París del pasado 15 de enero donde representantes de 70 países reafirmaron su compromiso con la solución de los dos estados.

Además, el presidente palestino dijo que buscan convertirse en miembro "de pleno derecho" en la ONU después de su reconocimiento de Estado observador no miembro en 2012.