Las autoridades alemanas desarticularon este martes una célula terrorista de extrema derecha, cuyos integrantes planeaban cometer atentados contra policías, refugiados y ciudadanos judíos.

La Fiscalía federal ordenó para ello el registro de una docena de viviendas en varios Estados federados, entre ellos Berlín, Baja Sajonia y Brandeburgo, en las que fueron intervenidas "varias armas y una gran cantidad de munición", así como material para fabricar explosivos, según anunció una portavoz de la Fiscalía responsable de la lucha antiterrorista.

La operación, en la que participaron mas de 200 agentes, fue dirigida contra siete personas, de las que dos ingresaron en prisión preventiva. De edades comprendidas entre los 35 y los 66 años, seis de ellos son sospechosos de formar la célula clandestina de tendencia neonazi por lo que serán procesados como integrantes de una organización terrorista, mientras el séptimo es acusado de apoyar al grupo con el suministro de armas. Todos ellos se relacionaban a través de las redes sociales y comenzaron a desarrollar sus actividades en la primavera de 2016.

El principal sospechoso y presunto jefe de la célula es Burghard B., un hombre de 62 años que fue detenido en su residencia en la localidad de Schwetzingen, en el sureño estado de Baden-Württemberg. Hasta ahora se le tenía por un excéntrico por sus afirmaciones de ser un druida celta nacido hace 2.500 años y sobrino de Merlín el mago. Sus abiertos llamamientos a la violencia contra refugiados, judíos y miembros del Gobierno federal en las redes sociales llamaron la atención de las fuerzas de seguridad.

Grupo heterogéneo

La Fiscalía le considera además miembro de los llamados 'Reichsbürger', literalmente ciudadanos del Reich, un movimiento de insumisión ciudadana que no reconoce la existencia de la República Federal de Alemania ni a sus autoridades. En muchos casos se remiten a la legalidad de la Alemania guillermina del II Reich o incluso a la nazi del III Reich y consideran que este país sigue siendo controlado por las potencias aliadas vencedoras en la Segunda Guerra Mundial. Entre los 'Reichsbürger' figuran numerosos extremistas de derechas, algunos de ellos considerados extremadamente violentos. El Órgano Federal para la Defensa de la Constitución (BfV) los tiene en observación.

El ministro federal de Interior, Thomas de Maizière, subrayó la importancia de la lucha contra los enemigos de la Constitución. El pasado octubre un miembro de los 'Reichsbürger' mató a un agente de 32 años en la localidad bávara de Georgensgmünd cuando la policía se disponía a intervenir en su residencia un gran arsenal de armas. El hombre disparó sin previo aviso a través de la puerta de su vivienda y alcanzó de lleno al policía, que murió en el acto.

El presidente del BfV, Hans Georg Maassen, declaró este lunes que en Alemania existen unos 10.000 'Reichsbürger', de los que 500 a 600 pueden ser considerados neonazis y extremistas de derechas. "El movimiento de los 'Reichsbürger' tiene un gran atractivo y continúa ganando adeptos", subrayó Maassen, quien comentó que se trata de un grupo muy heterogéneo. "No todos se remiten al 'Deutsches Reich' y con frecuencia nos encontramos con personas que quieren fundar un Estado propio", señaló el presidente del BfV, preocupado por "la apreciable disposición a la violencia y el aumento de la agresividad en ese ambiente".

El rotativo berlinés 'Der Tagesspiegel' informa de que los movimientos de extrema derecha en Alemania aumentaron apreciablemente el pasado año y se volvieron más activos. En base a fuentes de las fuerzas de seguridad, el número de activistas violentos de ultraderecha alcanzó en 2016 las 12.100 personas. Existe "una masa en fermentación" que se considera ejecutora de la voluntad popular y que tiene como objetivo los refugiados y el islam, cita el rotativo a un experto policial, quien comenta que cada vez más extremistas hasta ahora pasivos están pasando a la acción.