Los turistas, privilegiados espectadores en la Cuba que despide a Fidel

La muerte del líder de la Revolución ha coincidido con el inicio de la temporada alta de turistas en la isla.

Los turistas, conmovidos con la despedida a Fidel
Los turistas, conmovidos con la despedida a Fidel

Los turistas que visitan Cuba estos días afirman que pueden palpar en el ambiente la tristeza de sus habitantes por la muerte de Fidel Castro y se declaran privilegiados de poder ser testigos de este momento histórico.


El fallecimiento del líder de la Revolución ha coincidido con el inicio de la temporada alta en la isla y los turistas, atraídos por las cálidas temperaturas del invierno cubano, callejean con sus mapas, cámaras y teléfonos por la Habana Vieja o frente al malecón.


Los cubanos "están tristes, se sienten tristes, y uno lo puede percibir", comenta Wesley, un canadiense que ha visitado varias veces la isla y que esta última ocasión llegó a La Habana el sábado, un día después de la muerte de Castro, fallecido a los 90 años.


"A la gente la encontré muy triste por la muerte del comandante (Castro), están muy dolidos por su desaparición", coincide Hugo Villa, argentino de la provincia de Córdoba, mientras contempla la plaza de la Catedral habanera.


Con él ha llegado, a bordo de un crucero, su amiga Liliana Farias, también de Córdoba (Argentina) y que destaca que los cubanos están muy apenados y que "lo dicen" cuando uno habla con ellos.


Farias fue una de las "afortunadas" que pudo seguir el inesperado acontecimiento desde La Habana, ya que un número indeterminado de turistas fue desalojado de los hoteles de mayor categoría de la ciudad y trasladados al balneario de Varadero, a 200 kilómetros, para hacer hueco a las delegaciones internacionales que viajaron a Cuba para el funeral del comandante.


A Fidel Castro "lo aman con todo su corazón", agrega Farias, quien indica que ella y sus compañeros de crucero pensaban "ir a un lugar donde se bailaba y no ha podido ser".


Debido a los nueve días de luto por la muerte del comandante decretados por el Gobierno cubano, la música no existe, hay ley seca y los habituales lugares de espectáculos turísticos están cerrados.

Célebres locales como "La bodeguita del medio", parada obligada para los turistas en La Habana por ser el lugar donde Ernest Hemingway tomaba los "mojitos", o el "Floridita", donde ese mismo autor disfrutaba los daiquiris, han echado el cerrojo estos días y los músicos callejeros han guardado sus instrumentos.


No escuchar música en las calles o dentro de las casas es algo "muy raro", como anota Wesley, quien añade: "Definitivamente sientes que algo histórico y grande ha sucedido".


Y como el resto de los turistas entrevistados, este canadiense se declara "afortunado" de haber podido ver el martes la salida de La Habana de la caravana fúnebre con las cenizas de Castro, que están recorriendo la isla y descansarán a partir del domingo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.


Esa caravana partió de Santa Clara (centro del país), donde la comitiva pasó la noche en el monumento en honor a Ernesto "Che" Guevara, con dirección a la provincia de Camagüey.


"Fue algo muy interesante de ver, no tenemos ese tipo de cosas en Canadá, me gustó, fue muy bonito", explica Wesley.


La argentina Farias también pudo contemplar el paso del cortejo fúnebre por las calles de La Habana.


"Es un momento muy importante para la historia del país. Me pareció sumamente emocionante encontrarme en este lugar, a esta hora, con una carga de amor, de emoción, una vivencia especial por la muerte de Fidel Castro", señala.


Hay otros turistas, como es el caso del chileno Jaime Espinosa y su esposa, que cuentan que han venido expresamente a Cuba para "rendirle un homenaje" a Castro.


"Cambiamos nuestras vacaciones para venir a Cuba", detalla Espinosa al explicar que estaba con su esposa en México y, cuando se enteraron del fallecimiento del expresidente, decidieron viajar a La Habana para "honrar al comandante".


Espinosa recuerda que, en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet, Cuba acogió a muchos chilenos que se marcharon al exilio y le da las gracias a Castro por ello.


En Chile "también tuvimos un líder, (Salvador) Allende, y quisimos hacer una revolución, pero tuvimos una dictadura militar", lamenta a continuación.


"Latinoamérica necesita muchos revolucionarios como Fidel", subraya Espinosa, antes de remarcar que ha notado "el cariño del pueblo cubano" hacia su figura y el "reconocimiento" que le están dando estos días con numerosos homenajes en cada rincón del país.

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