La avalancha de inmigrantes colapsa el operativo de rescate

Desde el lunes se han recogido en el Mediterráneo más de 11.000 personas.

El 9 de octubre de 2013, seis días después del naufragio que costó la vida a 366 personas frente a Lampedusa, el entonces presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, viajó a esta pequeña isla italiana situada en medio del Mediterráneo para verter lágrimas de cocodrilo ante una interminable fila de ataúdes. Anunció entonces que Bruselas corregiría su política para que una tragedia así no volviera a repetirse nunca más. De aquella promesa se acuerda bien la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, como demostró ayer durante una comparecencia ante un grupo de europarlamentarios en Estrasburgo, donde volvió a destaparse como un personaje imprescindible para hacerle entender al Viejo Continente sus responsabilidades con lo que está ocurriendo en el Mediterráneo. Este miércoles recordó que desde que Durao Barroso visitó Lampedusa hace tres años, han muerto 11.400 personas tratando de llegar a Europa a través del mar.


Sólo en lo que llevamos de 2016 han fallecido más de 3.500 inmigrantes en el Mare Nostrum, 3.000 de ellos cuando se dirigían a los puertos del sur de Italia. "Lo más terrible es que comenzamos a acostumbrarnos" a estas muertes, denunció Nicolini en Estrasburgo.


Los últimos en sumarse a esta oprobiosa lista son los 28 desplazados cuyos cuerpos sin vida fueron hallados en la noche del martes en diversas operaciones de salvamento desarrolladas en el Canal de Sicilia. Estos tres últimos días se está viviendo un pico en el éxodo sin fin acelerado tras el inicio de la llamada 'Primavera Árabe'. El pasado lunes, cuando se cumplía el tercer aniversario del terrible naufragio frente a Lampedusa, fueron 6.000 los rescatados y se recuperaron además 9 cadáveres. El martes la cifra de inmigrantes auxiliados alcanzó los 4.655, mientras que ayer fueron 368. En tres días se han dejado la vida en el Mediterráneo central 37 personas y han sido salvadas alrededor de 11.000.


Estos números han provocado el colapso del dispositivo de barcos militares y de diversas instituciones privadas que ayudan a estas personas. Una de esas naves es el velero 'Astral' de la ONG española Proactiva Open Arms, que se encontraba remolcando un bote con 26 cadáveres dentro. "Vamos con rumbo hacia el norte a la espera de que las autoridades se hagan cargo de los cuerpos", contó a este diario Laura Lanuza, portavoz de Proactiva Open Arms. "Estos últimos días han sido muy intensos. Hubo un momento en que estábamos rodeados de varias embarcaciones cargadas de inmigrantes. En una de ellas viajaban unas mil personas. El rescate duró varias horas y en la bodega de una de las naves encontramos los cadáveres. Dos de ellas eran de mujeres embarazadas".


Según el médico que se encuentra a bordo del 'Astral', las muertes podrían haberse producido por asfixia. "Las naves militares italianas están ahora mismo ocupadas llevando los inmigrantes a tierra. Esperemos que se hagan cargo pronto de los cadáveres y podamos volver a estar operativos. En estos tres meses en el Mediterráneo hemos salvado a unas 15.000 personas", asegura Lanuza.

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