El consulado ruso niega que un diplomático haya matado a un asaltante en Río
Un abogado brasileño de 60 años que se identificó como vicecónsul de Rusia en Río de Janeiro mató a un hombre que supuestamente intentó asaltarlo.
El consulado de Rusia en Río de Janeiro negó hoy que un diplomático ruso haya matado de un tiro a un hombre que intentó asaltarlo el viernes cerca al Parque Olímpico de esta ciudad brasileña, como informó la Policía, y aclaró que el protagonista del incidente está usando una identidad falsa.
"Podemos garantizar que ninguna persona vinculada a instituciones rusas participó en el incidente reportado y que la persona que se identificó como vicecónsul es un brasileño que está usando una identificación falsa", afirmó a Efe una fuente del consulado de Rusia en Río de Janeiro.
El protagonista del incidente usó esa identidad falsa al ser abordado por la Policía, según las fuentes.
De acuerdo con la información suministrada anoche por la Policía Civil del estado de Río de Janeiro, un abogado brasileño de 60 años que se identificó como vicecónsul de Rusia en Río de Janeiro mató a un hombre que supuestamente intentó asaltarlo en una importante avenida del barrio que alberga la mayoría de instalaciones de los Juegos Olímpicos.
El falso diplomático, que se dijo practicante de jiu-jitsu y cuya identidad no fue divulgada, relató haber reaccionado a un asaltante armado y que la arma se disparó en medio del forcejeo entre ambos.
Agregó que se encontraba con su esposa y su hija en un automóvil que estaba parado por un embotellamiento cuando dos hombres en una motocicleta se acercaron a su vehículo y uno de los supuestos asaltantes quebró el vidrio del conductor con un arma antes de anunciar el asalto.
El hecho ocurrió en la Avenida de las Américas, la principal avenida de Barra de Tijuca, el barrio de la zona oeste de Río de Janeiro en que están concentradas la mayoría de las instalaciones de los Juegos Olímpicos.
El incidente se produjo en vísperas de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de hoy y en momentos en que las calles de Río de Janeiro, principalmente Barra de Tijuca, están tomadas por policías y militares.
