El Gobierno francés endurece el estado de emergencia para contrarrestar las críticas

?"Toda Francia está bajo la amenaza del terrorismo islamista", recordó el presidente francés tras el ataque en Niza.

Mensaje televisado de Hollande a la nación.
Mensaje televisado de Hollande a la nación.
Afp

El estado de emergencia vigente en Francia desde los atentados del pasado 13 de noviembre será prorrogado seis meses por la Asamblea Nacional con nuevas medidas coercitivas introducidas por el Gobierno para contrarrestar las críticas de la oposición.


Aunque el Ejecutivo aprobó en Consejo de Ministros un proyecto para extender la medida de excepción durante tres meses, la presión ejercida por el partido conservador Los Republicanos hizo que los diputados votasen en comisión parlamentaria por ampliarla a seis meses.


Este plazo, que llevaría el estado de emergencia hasta enero de 2017, deberá ser confirmado por la votación en pleno de la Cámara Baja, en una sesión que no comenzará hasta las 21.30 hora local.


El Ejecutivo señaló que pretende prorrogar la medida "a la vista del atentado cometido en Niza el pasado 14 de julio y del nivel extremadamente elevado de la amenaza terrorista", según un comunicado oficial.


Desde Lisboa, donde se halla en viaje oficial, el presidente francés, François Hollande, reconoció estar abierto a una extensión de seis meses, como demandaba la oposición, y recordó que su mayor prioridad es garantizar la seguridad de los franceses.


"Cuando sucedió el ataque (de Niza, el día 14), que todavía no sabemos si tendrá réplicas, era mi responsabilidad y la del Gobierno y el Parlamento franceses prolongar el estado de emergencia por tres meses. Todavía se está pensando en otros tres meses de prolongación", manifestó en declaraciones a la prensa.


Hollande declaró la medida de excepción tras los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, en los que 130 personas murieron, y la misma mañana del ataque en Niza, que dejaron 84 fallecidos, todavía aseguraba que iba a expirar como estaba previsto, el 26 de julio.


El presidente aseguró que su intención no es buscar "otras medidas contrarias a nuestro orden constitucional, que podrían dejar a Francia en una situación fuera del marco democrático", dijo, antes de añadir que su deber también es asegurar "las garantías constitucionales de Francia".


Pese a todo, el estado de emergencia tendrá una mayor extensión temporal de lo previsto y un reforzamiento de las medidas de seguridad que se corresponden "grosso modo" con las que reclamaba el partido presidido por Nicolas Sarkozy.

La cercanía de las elecciones presidenciales y legislativas, dentro de menos un año, ha condicionado fuertemente la respuesta de las autoridades, que no quieren aparecer demasiado blandas en su respuesta en un momento de gran crispación popular.


Por ello, el nuevo estado de emergencia recuperará los registros administrativos -sin necesidad de orden judicial-, que se habían abandonado el pasado mayo, y también permitirá inspeccionar la información almacenada en teléfonos móviles y ordenadores incautados.


Estos eran dos puntos también reivindicados por Los Republicanos, que sin embargo no vieron satisfechas sus demandas de crear "centros de retención preventivos", que el Gobierno considera un paso demasiado lejos.


La oposición a la izquierda del Partido Socialista volverá a votar en contra de la prolongación del estado de emergencia, una medida que a su juicio no servirá para atajar la amenaza terrorista.


Por contra, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, defendió ante la comisión parlamentaria la utilidad de la medida, gracias a la cual se ha podido detener a 44 personas desde comienzos de mayo que tenían la intención de atentar durante la Eurocopa de fútbol recientemente disputada.


Aunque reconoció que el estado de emergencia "no impide todos los atentados", consideró que sería un error privarse de ese instrumento en este momento.

Por otro lado, hoy se conoció que la totalidad de las 84 víctimas de Niza ya ha sido oficialmente identificada.


Según dijo al diario católico 'La Croix' el imán de la ciudad y presidente de la Unión de Musulmanes de la Región de los Alpes Marítimos, Otmane Aissaoui, al menos 30 de las víctimas mortales eran de confesión musulmana.


Y agregó que 20 de los fallecidos eran de nacionalidad tunecina, como el conductor del camión, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, que arrolló a los viandantes del paseo de los Ingleses durante las celebraciones de la Fiesta Nacional en la ciudad costera del sudeste francés.

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