Austria debe volver a elegir entre un presidente verde o un ultranacionalista

La pugna entre el ultranacionalista europeístico Norbert Hofer y el europeista verde Alexander Van der Bellen se repetirá este otoño.

Alexander Van der Bellen y Norbert Hofer, candidatos a la presidencia de Austria durante un debate de tv
Alexander Van der Bellen y Norbert Hofer, candidatos a la presidencia de Austria
Reuters

La reñida pugna por la jefatura del Estado de Austria entre el ultranacionalista euroescéptico Norbert Hofer y el europeísta verde Alexander van der Bellen, que el 22 de mayo se había decidido a favor del ecologista, tendrá lugar de nuevo en otoño y con resultado incierto.

El Tribunal Constitucional de Austria anunció hoy su decisión de anular la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y ordenar su repetición debido a una serie de irregularidades, sobre todo en el recuento del voto por correo.


Los 14 jueces de la alta corte le dieron así la razón al ultranacionalista Partido Liberal de Austria (FPÖ) y su líder, Heinz Christian Strache, que impugnaron el resultado de la votación en la que su candidato, Hofer, perdió con el 49,65 %, frente al 50,35 % de Van der Bellen.

La diferencia de apenas 31.000 votos se fijo solo tras el recuento de unos 700.000 votos por correo, muy favorables para Van der Bellen.

La segunda edición del balotaje, con los mismos candidatos, se deberá realizar después del verano, probablemente a finales de septiembre o comienzos de octubre, según dijo el propio Van der Bellen ante la prensa hoy.


Las elecciones "son el fundamento de la democracia y es el deber primario del Tribunal mantener en funcionamiento ese fundamento", dijo el presidente del Tribunal, Gerhart Holzinger, al anunciar la decisión, que fue tomada con el objetivo de "fortalecer la confianza en el Estado de Derecho y en la democracia", según explicó. El presidente saliente del país, Heinz Fischer, termina su mandato el próximo 8 de julio y sus funciones serán asumidas de forma interina por los tres presidentes del Parlamento austríaco, entre ellos el propio Hofer (quien es tercer presidente de la Cámara).


Hofer, por su parte, destacó hoy ante la prensa que "es un hecho que hubo espacio para manipulaciones".


"Hubo personas que contaron solas los votos. Lo que esas personas hicieron no lo sé", dijo ante la prensa y recordó que "no fue tarea del Tribunal Constitucional determinar si hubo manipulaciones o no".

"El 22 de mayo es historia", reconoció Van der Bellen tras conocer la decisión de los jueces, y se mostró confiado en que podrá ganar también esta "tercera vuelta". "Si pude ganar contra todo pronóstico en mayo, ¿por qué no voy a ganar en esta nueva vuelta?", se preguntó. El Alto Tribunal interrogó a 90 testigos, entre ellos vocales regionales y locales de mesas electorales de todo el país.


Muchos de estos testigos reconocieron que no se cumplió al pie de la letra la ley electoral, sobre todo en cuanto al momento y la forma de contar los votos depositados por correo. Según explicó Holzinger, fueron determinantes las irregularidades en el recuento del voto por correo en 14 de los 20 distritos electorales investigados, que abarcó unos 78.000 sufragios, más del doble de la diferencia entre los dos candidatos.


En estos colegios, se abrieron los sobres con el voto por correo fuera de las sesiones oficiales de la autoridad electoral regional. El juez destacó que con ello se violaron precisamente las normales legales que pretenden impedir posibles manipulaciones. Agregó que los responsables de las comisiones electorales en ningún momento depositaron una sospecha sobre posibles manipulaciones, aunque eso no fue relevante para los jueces a la hora de tomar su decisión.


"No fue necesaria una prueba de que haya habido realmente manipulaciones", concluyó Holzinger. Otro factor tenido en cuenta fue la filtración antes del cierre de las urnas de resultados parciales, especialmente a los medios de comunicación, desde donde llegaron a las redes sociales, lo que teóricamente también podría haber afectado la votación.


En una primera reacción, el canciller federal, el socialdemócrata Christian Kern, destacó ante la prensa que "no debe haber dudas sobre la legitimidad de unas elecciones". Subrayó que la invalidación anunciada hoy se debió "por un error formal y no por manipulaciones".


El propio Strache, en cuyo nombre se presentó la impugnación, destacó que "el ganador es la democracia y el Estado de Derecho". "El ciudadano es el ganador, ya que puede confiar en que cualquier ilegalidad, no solo chapuzas, no son aceptadas por el Tribunal Constitucional", agregó Strache ante la prensa. "Es especialmente importante ser correctos en elecciones democráticas", concluyó el jefe del FPÖ, cuyo partido lidera las encuestas de opinión.

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