En una escena propia de una película de pistoleros, un ex alto funcionario del Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández (2007-2015) fue sorprendido este lunes por la policía cuando intentaba ocultar varias maletas con al menos ocho millones de dólares en el interior de un convento.

El protagonista de tan rocambolesca historia es el exsecretario de Obras Públicas, José López, mano derecha del otrora poderoso ministro Julio De Vido, que durante doce años dirigió la cartera de Planificación Federal, es decir, la que manejaba los contratos públicos de infraestructuras.

El plan de López se vino abajo porque cuando intentaba acceder al convento pasaba por allí Jesús, un vecino que se extrañó al ver a un hombre en actitud sospechosa que estacionaba una camioneta junto al muro que rodea el monasterio de las Monjas Misioneras, Orantes y Penitentes Nuestra Señora de Fátima, situado en una población a 60 kilómetros de la capital. El hombre había parado su vehículo al alba y lanzaba con esfuerzo pesadas maletas por encima del recinto religioso. A Jesús aquello le pareció muy raro y llamó a la Policía.

Los agentes que acudieron al aviso sorprendieron al exfuncionario en plena faena. No había lugar a explicaciones rocambolescas. Y López ni lo intentó. Directamente, según se supo más tarde, intentó sobornarles. Ahí es cuando se asustó de verdad porque los oficiales no cedieron y le trasladaron a una comisaría.

Allí, certificaron que él portaba seis maletas y una valija que contenían "al menos" ocho millones de dólares en billetes. Principalmente eran dólares, pero también euros, yenes y una moneda extraña que sería de Qatar. Eso sí: ni un peso, la despreciada moneda argentina. "La cifra es millonaria", sintetizó un portavoz oficial sin poder ser más preciso. Y es que diez horas después del arresto, los peritos todavía estaban contando el dinero.

Los datos que han trascendido apuntan a que López habría avisado previamente a las monjas porque las conocía. Al llegar al convento, muy exaltado, les dijo que le querían "robar un dinero" que él quería donarlo a la comunidad religiosa. Una de las hermanas aseguró que otras veces López les había llevado té o café, pero nunca dinero. Y que tanto él como De Vido, su jefe durante años, eran habituales del monasterio. Lo que no llegaron a entender las religiosas es por qué además de dinero, López llevaba en las bolsas otros 'donativos', como seis relojes de marca y un fusil Sig Sauer calibre 22 con cargador de 25 cartuchos.

López había sido denunciado en diversas ocasiones por su presunta participación en la excesiva orientación de contratos de obra pública y estaba siendo investigado por presunto enriquecimiento ilícito.

Este arresto es un duro golpe en el corazón del 'kirchnerismo' -ahora en la oposición- y da una tregua al presidente Mauricio Macri, inmerso en un escándalo porque tanto él como la mayoría de sus ministros habían declarado tener millones de dólares radicados en el exterior.