Aparcamientos robotizados para las ciudades chinas

El vehículo se deja en un ascensor desde donde se lleva automáticamente a un sitio libre.

Aparcamiento robotizado
Aparcamientos robotizados, una solución para las ciudades chinas

La joven Li Yan llega en su auto a un parking de las afueras de Pekín, pero en vez de dar vueltas por él en busca de hueco deja su vehículo en un ascensor desde el que será llevado automáticamente a un sitio libre: es un aparcamiento robotizado, algo muy popular en una ciudad con poco espacio.


El aparcamiento está en el barrio de Sihui, en las afueras orientales de la capital, y es el primero de Pekín construido estratégicamente al lado de la parada de metro local para que los conductores combinen el uso del transporte privado con el público.


Li, que en realidad es una de las directivas de la empresa que ha construido el aparcamiento (Yeefung), ha gastado menos de 90 segundos en poner a buen recaudo su vehículo, y empleará el mismo tiempo en recuperar el auto.


El aparcamiento robotizado, señala  el jefe del departamento de Tráfico local, Song Zhong, tiene dos ventajas: "La primera es la sencillez, pues solo usando la tarjeta de metro o de autobús ya se puede dejar el automóvil, y la segunda es la rapidez, entrar y salir en horas punta requiere mucho menos tiempo de lo normal".


Song, responsable de la gestión del tráfico en Sihui, destaca que Pekín está construyendo muchos de estos aparcamientos junto a paradas de metro y autobús en las afueras con el fin de reducir el número de vehículos privados en el centro de la ciudad.


La empresa Yeefung ha fabricado aparcamientos automatizados suficientes para alojar 220.000 vehículos en toda China, y también ha vendido esta tecnología, originalmente italiana pero que ellos han logrado abaratar, a países como Irán, Rusia, Turquía, la India o Tailandia, entre otros.


Mientras en la parte inferior del aparcamiento los conductores dejan sus vehículos en receptáculos para que desde allí se les busque sitio, en los pisos superiores se da un mecánico espectáculo que ellos no pueden ver, semejante al de una antigua "jukebox" para tocar discos, pero gigantesca y capaz de mover coches en vez de LPs.


Por medio de plataformas de desplazamiento vertical y horizontal con potencia para desplazar toneladas como si fueran una pluma, el vehículo viaja por el interior de un parking sin calzada ni paredes, y que es tan solo una estructura metálica con aspecto de andamio en el que se acaba encontrando sitio para que dejar el coche.


El tiempo y la sencillez para aparcar son dos de los atractivos de esta nueva infraestructura -nueva para China, aunque en la vecina Japón este tipo de aparcamientos están muy asentados ya-, pero para los pragmáticos conductores chinos otra ventaja es el precio.


"Con dos yuanes (30 centavos de dólar, 27 céntimos de euro) ya se puede aparcar aquí todo el día, mientras que en el centro de la ciudad hacen falta 20 ó 30 yuanes", comenta Liu Yan, encargado de supervisar el diseño y los trámites de la instalación en el aparcamiento de Sihui.


Ofrecer aparcamientos cómodos, baratos y de uso rápido puede ser de gran ayuda para resolver los graves atascos de ciudades chinas como Pekín, que según la estadística que elabora periódicamente la multinacional de aparatos GPS TomTom es la decimocuarta urbe del mundo donde más tiempo se pierde conduciendo.


Según la lista de la firma holandesa, en Pekín al ir en automóvil se emplea un 38% más de tiempo del que se debería, un porcentaje que puede subir al 60 ó el 70% en las horas punta de la mañana y la tarde.


No es la peor ciudad china en ese sentido, dudoso honor que tiene Chengdu (con un 41% de tiempo perdido en atascos), y está lejos de Ciudad de México, la peor ciudad en el ranquin (59%), pero a Pekín no le vienen mal, en todo caso, iniciativas como los aparcamientos robotizados junto al metro. 

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