La fauna salvaje prolifera en el entorno de Chernobyl

Los seres humanos apenas aparecen en la zona de exclusión de Chernobyl, pero los animales sí.

Hace treinta años, la central nuclear de Chernobyl, en Ucrania, se convirtió en el sitio del accidente nuclear más grande del mundo.


Mientras los seres humanos apenas aparecen en la zona de exclusión de Chernobyl, estudios continuados, incluyendo uno nuevo con cámaras llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Georgia, confirman que las poblaciones de fauna salvaje son actualmente abundantes en estas zonas afectadas por la lluvia radiactiva.


El nuevo trabajo, publicado en Frontiers in Ecology and Environment y dirigido por James Beasley de la Universidad de Georgia, es el primer estudio con cámaras de control remoto llevado a cabo dentro de la zona de exclusión. Los resultados del estudio documentan las especies que prevalecen en la zona y apoyan resultados previos de que la distribución de los animales no se ve influenciada por los niveles de radiación.


La zona restringida abarca las tierras fronterizas de Ucrania y Bielorrusia afectadas por la lluvia radiactiva tras el accidente, que ocurrió 26 de de abril de 1986.


Dentro de la porción sur de Bielorrusia se encuentra la Polesie State Radiation Ecological Reserve, con más de 1.200 kilómetros cuadrados de diversos paisajes incluyendo bosques y tierras de labor abandonadas. Los niveles de radiación varían significativamente a través de este paisaje.


El estudio anterior, publicado en el otoño de 2015, determinó que las poblaciones de animales prosperaban contando huellas de animales. Beasley y su equipo de investigación utilizó después una investigación basada en el uso de cámaras por control remoto para corroborar los hallazgos anteriores.


"Para este estudio hemos desplegado cámaras de una manera sistemática en todo el área de exclusión en Bielorrusia con capturas fotográficas basadas en la evidencia, una fuerte evidencia, porque éstas son las imágenes que todo el mundo puede ver."


El estudio se realizó durante un período de cinco semanas en 94 sitios usando 30 cámaras. Una cámara remota se estableció en una estructura de árbol o en forma de árbol durante siete días en cada lugar. Cada estación estaba equipada con un olor ácido graso para atraer a los animales.


El equipo instaló las estaciones a aproximadamente 3 kilómetros de distancia para evitar que los animales visitasen más de una estación durante un periodo de 24 horas.


El equipo documentó todas las especies capturadas en las cámaras y la frecuencia de sus visitas, centrándose específicamente en los carnívoros, debido a su jerarquía en la cadena alimentaria.


En la parte superior de la cadena alimentaria, los carnívoros tienen una mayor oportunidad de recibir la contaminación. Además de ingerirla de las presas, lo reciben directamente del medio ambiente a través del suelo, agua y aire.


Beasley y su equipo de investigación vieron a 14 especies de mamíferos en la filmación de las cámaras. Las más frecuente fueron el lobo gris, jabalí, zorro rojo y el perro mapache, una especie de cánido que se encuentran en el Este de Asia y Europa. Beasley dijo que todas estas especies fueron vistas en las estaciones de cerca o dentro de las áreas más altamente contaminados.


"No se encontró ninguna evidencia para apoyar la idea de que las poblaciones han sido suprimidas en zonas altamente contaminadas", dijo Beasley. "Lo que se encontró fue que era más probable que estas poblaciones se encuentren en las zonas de hábitat preferido, donde tienen las cosas que necesitan, como comida y agua."

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