Turquía insinúa pero no confirma la autoría kurda en el atentado de Ankara

El portavoz del Gobierno, Numan Kurtulmus, ha confirmado la identificación de una mujer como terrorista suicida.

El Gobierno de Turquía confirmó este lunes que una suicida, a la que relacionó veladamente con la guerrilla kurda, fue la autora del atentado que mató el domingo a 37 personas y dejó heridas a otras 48 en Ankara, un ataque ante el que las autoridades prometieron más dureza.


La alusión más nítida vino del primer ministro, Ahmet Davutoglu, quien señaló ante los medios que hay "muy serios indicios hacia una organización terrorista separatista".


Ese el término con el que la cúpula castrense se refiere al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), aunque esta guerrilla renunció en 2013 a toda aspiración independentista y reclama más derechos para la minoría kurda.


El portavoz del Gobierno, Numan Kurtulmus, confirmó que, efectivamente, se ha identificado a una mujer como terrorista suicida, pero tampoco aclaró su adscripción política.


"A veces, estas organizaciones trabajan en consorcio, pueden formar redes. Qué organización o qué grupos son se aclarará dentro de poco", prometió el portavoz, que también avanzó que, por el momento, se ha detenido a once personas y que se sigue buscando a otras diez, pero no precisó a qué entorno pertenecen.


Este lunes fueron trasladados a Ankara cuatro personas arrestadas en la ciudad meridional de Sanliurfa, sospechosas de haber vendido a los autores el coche con el que se cometió el atentado.


El vehículo, de la marca BMW, explotó junto a un autobús en la céntrica plaza de Kizilay, en el corazón de Ankara, zona de comercios y de ocio.


Numerosos medios han destacado que hay una comisaría de la policía antidisturbios muy cerca y el diario Hürriyet ha especulado con que ese podría haber sido el objetivo original del atentado pero que habría quedado frustrado por las vallas de protección.


Esto indicaría una pobre preparación, inverosímil en el caso de un ataque de este calibre, dado que todas las comisarías importantes de Turquía llevan meses protegidas de esta manera.


La idea de una matanza deliberadamente dirigida contra civiles, por otra parte, haría pensar más en una autoría del grupos yihadistas como Estado Islámico (Dáesh).


Este grupo perpetró un atentado en octubre pasado en Ankara que dejó 102 muertos, otro contra turistas en Estambul en enero, con doce muertos, y un ataque contra una congregación izquierdista en julio, con 32 fallecidos.


La única pista en este sentido es la procedencia del coche bomba, Sanliurfa, uno de los feudos de las redes yihadistas turcas, donde tienen escasa presencia las organizaciones marxistas kurdas.


Sin embargo, gran parte de la prensa turca coincide al señalar como culpable de la masacre a una estudiante kurda de 24 años supuestamente vinculada al PKK, que estudió hostelería hasta 2013.


Supuestamente, entre los detenidos también se hallan familiares de esta chica, según el diario Hürriyet, si bien en una entrevista con la agencia DHA, el padre de la joven aseguró que llevaba años sin contacto con ella.


La chica, identificada como S.Ç.D., estaba siendo juzgada por "difundir propaganda del PKK", una acusación dirigida con frecuencia contra universitarios de izquierda.


En cualquier caso, las autoridades no han confirmado la identidad y Kurtulmus advirtió de que todavía no se ha identificado a un hombre al que algunos medios describen como un segundo terrorista.


Si se confirma la implicación de grupos kurdos marxistas, lo más verosímil es que el ataque se acabe atribuyendo a los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), un grupúsculo radical responsable del ataque contra un convoy militar en Ankara, que el 17 de febrero causó 30 muertos.


Aunque el TAK se describe como una escisión del PKK, el Gobierno turco y numerosos analistas consideran que se trata sólo de unas siglas alternativas para reivindicar ataques que podrían provocar rechazo en la población.


Mientras tanto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió unidad nacional e insistió en dibujar una línea entre quienes apoyan a las autoridades y los terroristas.


"Hay que estar o de nuestro lado o del lado de los terroristas. No puede haber posición intermedia", dijo el político islamista.


"Uno puede ser diputado, académico, escritor, periodista, dirigente de una ONG, pero eso no cambia la realidad si esa persona es esencialmente un terrorista", señaló.


Erdogan incluso aseguró que no tolerará que "los que apoyan a las organizaciones terroristas entren al juzgado por una puerta y salgan por la otra".


Recientemente, el jefe del Estado llegó a criticar a los jueces del Tribunal Constitucional por liberar a dos periodistas que estaban en prisión preventiva bajo acusaciones de espionaje.


"Quienes sobrepasan sus límites tendrán que vérselas conmigo", advirtió Erdogan.

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