Los voluntarios, claves para sellar el inaudito ascenso de Sanders en Iowa

Bernie Sanders busca arrebatar la victoria en Iowa a la favorita del partido, Hillary Clinton, y su potente organización.

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Los voluntarios, claves para sellar el inaudito ascenso de Sanders en Iowa
AFP / WILLIAM EDWARDS

Bernie Sanders, un aspirante por el que pocos apostaban al inicio de la carrera demócrata, depende del entusiasmo de un ejército de voluntarios para repetir la hazaña de Barack Obama en 2008 y arrebatar la victoria en Iowa a la favorita del partido, Hillary Clinton, y su potente organización.


Las oficinas de campaña de Sanders y Clinton en Des Moines, la capital del estado que mañana inaugurará el proceso de elecciones primarias en Estados Unidos, son un reflejo del estado en el que llegan los dos principales aspirantes demócratas a la recta final casi empatados en las encuestas.


Desde el segundo piso de un edificio de oficinas y tiendas, los voluntarios de Clinton se apoyan en una potente estructura organizativa para abordar a los votantes, con un control del terreno que suele ser un ingrediente fundamental para ganar Iowa.


En la sede de su principal rival, un senador de 74 años que se define como socialista y predica una "revolución política" contra la desigualdad económica en el país, el entusiasmo es lo que predomina.


Es una enorme habitación encajada entre restaurantes de comida rápida y sus voluntarios, mucho más diversos que la media demográfica de Iowa -donde casi el 90 % son blancos-, conversan sobre el futuro de la campaña desde sofás y mesas dispuestos de forma caótica entre paredes pintadas con tributos a Sanders.


Un joven con acento británico explica a un grupo de voluntarios lo que deben decir cuando salgan a llamar a las puertas de residentes identificados como potenciales votantes de Sanders: "Déjenles claro lo importantes que son estas elecciones y de votar en este caucus", la asamblea popular que celebra Iowa el lunes.


En la última encuesta, Clinton acapara el 45 % de los apoyos en Iowa frente al 42 % de Sanders, un estrecho margen que convertirá en crucial el grado de participación en un estado donde tradicionalmente solo uno de cada cinco votantes acude a las urnas.


"Cuando comenzó esta campaña, nosotros teníamos el 2 % de los votos y Hillary tenía el 60%, y ahora estamos casi empatados a nivel nacional", dijo a Efe el panameño de 23 años Mark Harrick, un fervoroso simpatizante de Sanders que este viernes viajó desde Panamá a Iowa solo para apoyar al senador en la recta final.


"Yo no hubiera venido para acá si no pensara que vamos a ganar", añadió sonriente Harrick, convencido de que Sanders generará el entusiasmo suficiente como para que quienes normalmente se quedan en sus casas el lunes salgan a votar, "igual que salieron con Obama" y le dieron la victoria en los caucus de Iowa en 2008.


Cerca de él, Begsa Calvache, una enfermera ecuatoriana que lleva más de 40 años en Estados Unidos, llama por teléfono a una lista de posibles votantes para hablarles del programa de Sanders y asegurarse de que saben dónde pueden votar el lunes.


"Creemos que él es el mejor candidato en relación al cuidado de salud", explicó a Efe Calvache, que viajó esta semana a Iowa desde Chicago (Illinois) en un autobús de enfermeras integrantes de National Nurses United, el primer sindicato del país que respaldó a Sanders.


Entre los voluntarios que van a salir a tocar puertas están John y Amanda, una pareja que ha viajado en coche a Des Moines desde Kansas para pasar el fin de semana ayudando a la campaña.


"Es la primera vez que me separo de mis niñas, pero queríamos estar aquí", afirmó Amanda a Efe junto a John, que vivió en la misma calle que Sanders cuando éste era alcalde de Burlington (Vermont) y que está convencido de que puede hacer "el mismo bien por el país" que el que hizo por aquella ciudad de la costa este.


A Amanda le cambia la cara cuando se le recuerda lo difícil que es que Sanders alcance la nominación dada la organización de Clinton a nivel nacional y su abrumador respaldo dentro del partido. "Yo verdaderamente espero que no, que esta energía que hay aquí pueda continuar en todo el país", insiste.


Como Amanda, muchos voluntarios han dejado de ver la candidatura de Sanders como una mera herramienta para empujar a Clinton hacia la izquierda y recuerdan que, en 2008, muchos veían también a Obama como un aspirante utópico que nunca lograría la nominación.


"Los analistas decían que él (Sanders) no podía llegar a donde está ahora, a ser un contrincante serio, a competir en estados como Iowa, como Nevada", afirmó a Efe el mexicano Jesús "Chuy" García, excandidato a la Alcaldía de Chicago, que ha presentado a Sanders en varios actos de campaña.


"Él está demostrando que este tipo de cambio transformador se puede lograr en nuestro tiempo", consideró.