Haití se encamina a un Gobierno de transición

El país continúa bajo la incertidumbre política a solo doce días de que concluya el mandato del actual presidente.

Haití continúa hoy bajo la incertidumbre política a solo doce días de que concluya el mandato del actual presidente, Michel Martelly, cuyo sucesor no ha sido elegido por el aplazamiento en dos ocasiones de los comicios.


Sectores de la oposición favorecen un Gobierno de transición a partir del 7 de febrero próximo, cuando concluye el mandato de Martelly, quien no puede constitucionalmente buscar otro periodo al frente del poder.


Entre los nombres que se barajan para encabezar este gabinete figuran el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jules Cantaves, el titular del Senado, Jocelerme Privert, y el actual primer ministro, Evans Paul, cuyo función principal, según diferentes opiniones, es resolver la crisis electoral y organizar comicios.


Otra alternativa expresada por algunos sectores políticos es la posibilidad de que Martelly continúe hasta el 14 de mayo próximo (cuando se cumplen cinco años de su subida al poder) y organizar elecciones, una opción que se presenta difícil porque la oposición amenaza con salir a las calles si el gobernante sigue más allá del 7 de febrero.


El primer ministro haitiano dijo hoy que Martelly entregará el poder el 7 de febrero, tal y como manda la Constitución, y que hay negociaciones de alto nivel para que no se produzca un "vacío de poder" en el país.


En una breve entrevista hoy con el diario haitiano "Le Nouvelliste", Paul explicó que desde el Ejecutivo se está "trabajando con todos los sectores políticos para buscar una solución para mejorar la crisis y no dejar un vacío de poder que empeore más la situación".


Indicó que en el contexto actual "no es posible llevar a cabo comicios en el país antes del fin del mandato presidencial".


"Estamos manteniendo diálogos (con todos los estamentos) para sacar al país de la situación actual y que salga adelante", agregó.


Haití vive una fuerte crisis política después del aplazamiento de la segunda vuelta de las elecciones por segunda vez, la semana pasada.


La oposición exige una comisión que verifique los resultados de la primera ronda celebrada en octubre, un nuevo Gobierno y un Consejo Electoral Provisional (CEP) renovado.


Por su parte, el candidato oficialista, Jovenel Moise, quiere que los comicios sigan adelante.


Las calles de Puerto Príncipe amanecieron hoy en calma tras varios días de protestas violentas, aunque se prevén nuevas manifestaciones por parte de la oposición y del oficialismo para reclamar la celebración de los comicios.


El Partido Lavalas, del expresidente Jean Bertrand Aristide, solicitó hoy nuevas elecciones legislativas y presidenciales y pidió detener a los protagonistas de los fraudes cometidos en los pasados procesos, causantes de la actual crisis.


A los comicios previstos para este domingo estaban convocados el candidato oficialista, Jovenel Moise, y el opositor, Jude Celestin, quien se negó a participar en la segunda ronda por el supuesto fraude cometido en la primera vuelta, el pasado 25 de octubre.


Moise fue el aspirante más votado en la primera ronda de las elecciones, catalogadas de "fraudulentas" por la oposición, que se niega a aceptar esos resultados.


Una comisión independiente nombrada por Martelly para investigar los comicios también determinó que el proceso estuvo plagado de "serias irregularidades" y recomendó una serie de medidas, como el sometimiento a la Justicia de funcionarios electorales y la elaboración de una nueva lista de votantes.


La segunda vuelta electoral, inicialmente programada para el 27 de diciembre pasado, fue suspendida indefinidamente por el CEP el viernes pasado, que alegó razones de seguridad.


El propio organismo electoral está prácticamente desmantelado, pues está compuesto en la actualidad por solo tres de sus nueve miembros titulares, ya que cinco han renunciado y uno fue suspendido bajo acusaciones de corrupción.