Las autoridades parisinas han reducido el tiempo del espectáculo de luces del Arco del Triunfo que se celebrará en Nochevieja y han cancelado la exhibición de fuegos artificiales de los Campos Elíseos para evitar que se produzcan concentraciones multitudinarias, en el marco de seguridad tras los atentados que se produjeron en la ciudad en noviembre. Alrededor de 11.000 soldados, agentes de Policía y trabajadores de tareas de emergencia serán desplegados durante las celebraciones, 2.000 más que el año pasado.

"Hemos decido celebrar el Año Nuevo en una atmósfera de sobriedad y unidad", ha asegurado la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en la web oficial de la ciudad. La capital francesa mantiene el mayor nivel de alerta terrorista desde que tuvieran lugar los atentados de París el pasado 13 de noviembre en los que murieron 130 personas.

Los fuegos artificiales no son una parte tradicional de la celebración, pero congregaban a un gran número de personas en la avenida de los Campos Elíseos cada año. "Los turistas y los residentes pueden ver lo que conocemos como la avenida más bonita del mundo, pero este año, la sobriedad está aquí. No habrá un gran espectáculo y se ha cancelado la exposición de fuegos artificiales", se anuncia en la web.

La venta y el uso de fuegos artificiales en la región de París estarán prohibidos durante toda la noche al igual que el transporte de bebidas alcohólicas en botellas de cristal, según ha confirmado la Policía.

El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, ha recordado que el despliegue de soldados y de agentes de Policía en territorio francés desde los atentados es mayor que en cualquier otro lugar en el extranjero. "Es mayor que en Malí, mayor que en República Centroafricana, mayor que en Oriente Próximo, pero es la misma lucha, es el mismo enemigo", ha asegurado. "Debemos estar muy atentos, pero la vigilancia no debería detener las celebraciones", ha concluido.