La autopsia que se le realizará previsiblemente el martes a los cuerpos de los dos policías asesinados en el atentado de Kabul y los testimonios de sus compañeros que lograron sobrevivir al ataque despejarán incógnitas que aún rodean a las 12 horas de asalto talibán a la embajada española.

Según han informado fuentes policiales, las autopsias se realizarán en el instituto anatómico forense de Madrid antes de los actos fúnebres de mañana martes. Está previsto que el avión con los restos mortales del policía Isidro Gabino San Martín y el subinspector Jorge García aterrice en España a las 9 horas. A las 14.00 se instalará una capilla ardiente en el complejo policial de Canillas, donde a las 16.00 tendrá lugar el funeral presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia.

Alrededor de cinco horas por tanto es el tiempo del que dispondrán los forenses para examinar a los agentes y determinar con certeza la causa de su muerte. También podrán aportar los testimonios de sus compañeros, que lograron sobrevivir al asedio terroristas, resguardándose en varios búnkeres que había en las instalaciones de la embajada.

Los siete agentes que sobrevivieron van a ser propuestos para una condecoración al mérito policial y en el marco de ese procedimiento se les hará un interrogatorio sobre lo sucedido. Uno de los policías que sobrevivieron al ataque en Kabul ha rehusado hacer declaraciones sobre lo sucedido alegando que dará las debidas explicaciones en el marco de las investigaciones oficiales.

La versión de las fuentes consultadas este lunes no difiere del relato de hechos que trasladó el pasado sábado por la tarde la cúpula policial a los principales sindicatos del Cuerpo. En todos los casos admiten que no son capaces de afirmar nada de forma tajante mientras no se practiquen las autopsias y se escuche a los protagonistas.

Lo que se sabe hasta ahora

Hasta ahora, la información de la que dispone la Policía es que, tras la explosión del coche bomba de los talibán se activó el protocolo de seguridad, a partir del cual se procedió a resguardar al personal de la embajada en varios búnkeres de las instalaciones diplomáticas.

En un momento del asalto el agente Isidro Gabino San Martín y otro compañero policía salieron en busca del subinspector Jorge García Tudela, al que no habían logrado localizar. Al abandonar el lugar seguro y salir al exterior fueron sorprendidos por un tiroteo. Las primeras hipótesis que baraja la Policía son que el agente fue alcanzado por disparos procedentes de una azotea. El otro agente que acompañaba a Isidro Gabino tuvo tiempo para retroceder y ponerse de nuevo a salvo.

No obstante, otras fuentes consultadas matizan que el agente no presentaba aparentemente heridas de bala cuando fue evacuado y apuntan a la posibilidad de que sufriese las consecuencias de alguna explosión fruto de los enfrentamientos que libraron los talibán con fuerzas de seguridad afganas y militares norteamericanos, que intervinieron para liberar la embajada.

Isidro Gabino San Martín estaba con vida cuando le evacuaron de la sede diplomática. Resultó herido y quedó tendido en el suelo. Fue evacuado por un policía español, que en el momento del asalto talibán se encontraba llevando en coche al aeropuerto a una mujer, personal de la Embajada, siempre según las mismas fuentes consultadas.

Evacuado con vida

Al llegar al recinto diplomático se encontró con la situación de asedio y pudo acceder hasta el lugar en el que se encontraba su compañero herido y logró evacuarle e introducirlo en el vehículo con el que emprendió camino hasta un centro hospitalario. En ese trayecto, el agente falleció pese a que en un principio se consideró que estaba herido leve tal y como anunció el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy pasadas las 19.30 del viernes.

Esa consideración inicial sobre su estado lleva a la Policía a pensar en la posibilidad de que Isidro Gabino no presentase tampoco heridas de bala dado que, en tal caso, la valoración sobre su situación habría sido distinta.

La información también es confusa en torno a las causas de la muerte del subinspector Jorge García Tudela, cuyo dormitorio estaba muy próximo al lugar de la explosión inicial. Al subinspector no se le encontró hasta que terminó el ataque, en torno a las cuatro de la madrugada (hora española). En el hospital también tuvo que ser atendido el policía que le evacuó por un estado de ansiedad.

Cortes de cristales

Concretamente fue hallado sin vida en su cuarto, con el arma en la mano y con cortes de cristales en el cuello. Se desconoce si su muerte se produjo fruto de la explosión del coche bomba o en un enfrentamiento posterior con los asaltantes.

Las fuentes consultadas apuntan de nuevo a que la autopsia será clave para saber las razones que le provocaron la muerte. Explican que en este caso no había testigos y que si murió por la explosión podría estar afectado por los efectos de la deflagración, lo que dificultaría distinguir orificios de bala a simple vista. Todas las fuentes consultadas coinciden en que había gran cantidad de sangre en la habitación.

Por su parte, la Comisaría General de Información de la Policía Nacional ya está en contacto con la Fiscalía y la Audiencia Nacional, que ha abierto una investigación judicial sobre lo sucedido.