El Gobierno húngaro insistió hoy en rechazar las cuotas de reparto de refugiados en la Unión Europea (UE), a las que se opone con todas sus fuerzas, al afirmar que es imposible integrar a los inmigrantes.

"Hungría hará todo para impedir esto", aseguró ante los medios el ministro de Gobernación magiar, János Lázár, pues, alegó, "no se puede integrar a los inmigrantes" e intentarlo supone un "importante reto".

Hungría, junto a otros países de Centroeuropa como Eslovaquia, Rumanía y la República Checa, se opone de plano al sistema de cuotas acordado en Bruselas para repartir los refugiados entre los países comunitarios.

El Parlamento húngaro aprobó el 17 de noviembre una ley en la pidió al Gobierno que denuncie ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el reparto obligatorio, al entender que es una medida peligrosa que "dispersa el terror" y hace peligrar la cultura de cada país.

Lázár anunció hoy que unas 900.000 personas (10 por ciento de la población) han firmado una petición planteada por el partido gobernante Fidesz en apoyo de las políticas del Gobierno en materia de refugiados.

Hasta mediados de septiembre, Hungría fue uno de los principales países de tránsito de refugiados desde Oriente Medio hacia Europa Occidental.

Desde principios de año hasta que cerró sus fronteras en septiembre pasado, unas 400.000 personas pasaron por el país.

Tras bloquear la llegada de refugiados, la ruta se desvió hacia Croacia y Eslovenia.