Crece el descontento entre refugiados en Eslovenia, que moviliza al Ejército

Demoras con los trámites y las bajas temperaturas se suman a las condiciones deplorables que sufren.

Refugiados hacen fila para entrar a un campamento en la frontera Serbia.
Refugiados hacen fila para entrar a un campamento en la frontera Serbia.
Efe

El descontento entre los miles de refugiados que han llegado a Eslovenia, en su ruta hacia el norte de Europa, aumentó por la lentitud de los trámites para proseguir su viaje en un país desbordado, que ha movilizado al Ejército para gestionar la marea migratoria.


Desde el sábado, cuando Hungría selló su frontera con Croacia, unos 21.500 migrantes y refugiados, de ellos 8.000 , han llegado en Eslovenia, un país de apenas dos millones de personas.

El éxodo no parece detenerse, con muchos refugiados apretando el paso para llegar a su destino predilecto, Alemania, antes de que llegue el invierno y las bajas temperaturas hagan la travesía mucho más difícil y penosa.


El Gobierno esloveno modificó esta madrugada la normativa de defensa para permitir a los soldados que apoyen a la policía en la vigilancia de la frontera de 670 kilómetros con Croacia.


El Ejecutivo también avanzó que solicitará el respaldo financiero de la Unión Europea (UE) para afrontar una afluencia de refugiados que supera las capacidades de la pequeña república.


Los soldados eslovenos podrán  ayudar a la vigilancia fronteriza, detener a personas y entregarlas a la policía, así como dar órdenes a los civiles en la zona fronteriza. Eslovenia, abrumada por la enorme cantidad de llegadas, ha establecido cuotas de entrada y regula el ritmo de admisiones conforme los refugiados salen de su territorio hacia Austria.


Entre tanto, la frustración de los refugiados por los intentos de las autoridades eslovenas de registrarlos en los centros de acogida se han traducido en varios incidentes.


En el primero unos mil refugiados rompieron el cordón policial en el centro de acogida de Sentilj en Eslovenia, cerca de la frontera con Austria, y emprendieron su camino al país vecino.En otro centro de acogida, en Brezice, cerca de la frontera con Croacia, un incendio quemó 27 de las 46 tiendas de campaña instaladas para acoger a los refugiados, sin que se produjeran víctimas.


Los propios refugiados iniciaron las llamas para protestar por el largo procedimiento burocrático que les impedía seguir su viaje hacia el norte de Europa, según informa el diario "Delo".


Las autoridades locales de Brezice han advertido al Gobierno esloveno de que la situación se está haciendo insoportable por la presión que supone la llegada de miles de personas. El secretario de Estado de Interior, Bostjan Sefic, indicó  que el Ejecutivo propondrá al Parlamento reforzar a la policía con agentes adicionales, con medidas como elevar el límite de edad, lo que permitiría volver a emplear a policías jubilados.

El primer ministro esloveno, Miro Cerar, ha anunciado que pedirá a la UE ayuda policial y material de otros socios europeos, una posibilidad que ya debatió ayer el presidente del país, Borut Pahor, durante una visita a Bruselas.


este 22 de octubre el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulo, tiene previsto visitar Eslovenia, donde se reunirá con el Gobierno para debatir la situación y la ayuda europea. Las autoridades croatas, acusadas por Eslovenia de limitarse a transportar a los refugiados a la frontera común, indican que a su país llegan unos 6.000 refugiados cada día, pese a los ocasionales bloqueos para regular las entradas.


Ante esos bloqueos, unos 3.000 refugiados que esperaban en el paso de Berkasovo, entre Serbia y Croacia, forzaron su entrada en este último país tras pasar una fría noche a la intemperie. Los refugiados empezaron a empujar las barreras de metal este 21 de octubre sobre las 9.00 GMT hasta lograr apartarlas y en solo pocos minutos casi todos entraron en territorio croata, sin que la Policía croata intentara impedirlo, informó la emisora serbia RTS.


Antes de forzar su cruce, la situación de los refugiados era muy difícil, debido al frío y la lluvia, según explicó a Efe Melita Sunjic, portavoz regional de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, rechazó las acusaciones sobre el envío incontrolado de refugiados a Eslovenia y aseguró que el problema es que las autoridades de Liubliana pretenden registrarlos, aplicando la normativa europea de asilo.


"En Austria y Alemania no han puesto límites, por lo que no hay razón alguna de que lo haga Eslovenia", indicó en unas declaraciones recogidas por Radio Croacia. Según Ostojic, "el problema básico que se produjo allí (en Eslovenia) ha sido el intento de hacer un exhaustivo registro, lo que es innecesario, puesto que el mismo no fue realizado en Grecia".


La normativa europea exige que los solicitantes de asilo sean registrados en el primer país de la UE en el que entran, que sería Grecia en el caso de la mayoría de los refugiados de la ruta de los Balcanes.


"Nosotros aplicamos un sistema mucho más rápido y lo mismo podrían hacer ellos, ya que se trata de gente en tránsito, que no quieren quedarse ni en Croacia ni en Eslovenia", concluyó el ministro croata. 

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