Un invitado a un acto de Pegida lamentó que los campos de concentración estén cerrados

La fiscalía de Dresde investiga si hubo un delito de incitación al odio en su manifestación de este lunes.

Un activista de Pegida durante la manifestación de este lunes en Dresde.
Un invitado al acto de Pegida lamentó que los campos de concentración estén cerrados
Efe

La fiscalía de Dresde (este de Alemania) informó de que ha abierto diligencias ante la sospecha de un delito de incitación al odio y la xenofobia en la multitudinaria concentración que celebró ayer en la ciudad el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).


La investigación, iniciada tras la denuncia presentada por un particular, se centra en el discurso que pronunció el polémico autor turco-alemán Akif Pirinçci, uno de los invitados por Pegida al escenario, en el que se refirió a los campos de concentración nazis.


En su discurso, Pirinçci defendió el derecho del pueblo a criticar la política de refugiados, se refirió a las declaraciones de un político que les había invitado incluso a abandonar el país si no compartían sus valores y concluyó con la frase: "Habría naturalmente otras alternativas, pero los campos de concentración están lamentablemente cerrados".


Un portavoz de la policía explicó que se investiga si el discurso tiene "relevancia penal".


A través de la página de Pegida en Facebook, el líder de este movimiento, Lutz Bachmann, pidió disculpas y aseguró que la organización del acto no había tenido acceso previo al texto del discurso de Pirinçci.


Como presentador del evento, añade, debía haberle retirado el micrófono al escritor de forma inmediata para evitar lo que asume que fue "un fallo grave".


El discurso de Pirinçci, autor del libro "Alemania enloquecida: el culto equivocado a las mujeres, los homosexuales y los inmigrantes", recibió incluso abucheos de parte de los simpatizantes de Pegida y el escritor aparentemente se vio obligado a acabar su discurso antes de tiempo.


El Comité Internacional de Auschwitz advirtió de que hacer referencia a los campos de concentración es "una señal repugnante de falta de decencia" y denunció el daño que hace a los supervivientes que ese término sea instrumentalizado en Alemania.


Por su parte, el primer ministro del estado federado de Sajonia, Stanislaw Tillich, se felicitó por la decisión de la fiscalía de abrir diligencias al considerar que no se puede apelar a la libertad de expresión cuando se está incitando a la xenofobia.


El movimiento islamófobo celebró ayer su primer aniversario y reunió en el centro de Dresde, la capital sajona, a entre 15.000 y 20.000 personas, que volvieron a reclamar el fin de la acogida de solicitantes de asilo en Alemania.


Frente a ellos, alrededor de 14.000 ciudadanos se sumaron a las contramanifestaciones convocadas a favor de la tolerancia y contra la xenofobia.


El ministro de Justicia, Heiko Maas, prometió hoy perseguir cualquier comportamiento racista o de incitación al odio, pero afirmó que, en el actual clima que se vive en el país, cada ciudadano debe asumir su responsabilidad y no callar ante comentarios o actos xenófobos en su entorno.

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