Los incidentes violentos y la situación de emergencia continuaron hoy en Jerusalén y Cisjordania, por tercer día consecutivo, tras un fin de semana de tensión y decenas de enfrentamientos que siguieron al asesinato el jueves y sábado de cuatro israelíes en ataques palestinos.

Dos jóvenes palestinos murieron hoy en choques con las fuerzas israelíes, que se extendieron a lo largo del día por buena parte de Cisjordania y en barrios de Jerusalén Oriental.

El primero, Huthaifa Othman Suleiman, de 18 años, falleció en la madrugada, cuando un grupo de jóvenes atacó un puesto de control del Ejército israelí a las afueras de la ciudad de Tulkarem, en el noroeste de Cisjordania.

Según una portavoz del Ejército, los soldados le dispararon después de que los manifestantes, "amotinados violentamente", les lanzasen "piedras, cócteles molotov fuegos de artificio y neumáticos ardiendo".

En un incidente separado, un menor palestino de doce años murió por un disparo en el pecho de un soldado israelí, que lo identificó como "uno de los principales instigadores" de una agresión violenta cerca del campo de refugiados de Aida, a las afueras de Belén, en el que también resultaron heridas de gravedad otras siete personas, según informaron a Efe fuentes médicas palestinas.

El joven fue identificado como Abed Al Rahman Shadi Obeidalah y era residente del campo, donde ha habido múltiples altercados en los últimos días, según el Ejército, que asegura que se han producido "ataques contra civiles y contra fuerzas de seguridad con rocas, cócteles incendiarios y artefactos explosivos".

Según informó a Efe Abed Manasra, portavoz de la Sociedad de la Media Luna Roja (equivalente local a la Cruz Roja) en Ramala, desde ayer cerca de medio millar de palestinos han resultado heridos en Cisjordania y Jerusalén.

"Hay 41 heridos de bala con munición real, 143 con balas de acero recubiertas de goma, 297 intoxicados por inhalación de gas y 18 que han sufrido trauma", señaló el portavoz.

Además, denunció que 27 personas de los equipos de emergencia de la Media Luna Roja resultaron heridos y cinco de sus coches o ambulancias fueron dañados por agresiones israelíes.

La Ciudad Vieja de Jerusalén comenzó hoy a recuperar su normalidad tras la jornada de cierre de ayer, si bien con una masiva presencia policial que impedía el acceso a la zona a los palestinos, a excepción de los residentes o personas que trabajan o estudian dentro del recinto amurallado.

La mayoría de los incidentes en Jerusalén se registraron en los barrios árabes de la parte oriental de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967, como el de Shuafat, donde decenas de jóvenes trataron de bloquear el tráfico y lanzaron piedras contra la policía.

Muchos se habían congregado en la zona para participar en el funeral de Fadi Alún, muerto en la madrugada del domingo por un policía y al que Israel acusa de haber atacado con cuchillo a un adolescente israelí de 15 años, algo que su familia y autoridades palestinas niegan.

Varios vídeos ampliamente difundidos en las redes sociales y por los medios ponen en duda la versión policial y sugieren que el joven fue matado por un agente con siete tiros cuando se encontraba desarmado, no suponía ningún riesgo para la vida de nadie y huía de un grupo de israelíes que lo perseguían.

También tuvo lugar en Jerusalén un ataque con piedras a una pareja de israelíes en el paseo de Armon, en el este de la ciudad, en el que un varón resultó herido leve, informó la portavoz policial Luba Samri.

El portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Xavier Abú Eid, señaló a Efe que desde el sábado "se han producido más de 30 invasiones militares en territorio palestino y otros tantos ataques terroristas de colonos contra civiles palestinos, muchos de ellos bajo la protección de las fuerzas de ocupación".

La tensión no parece amainar y para mañana hay convocadas protestas multitudinarias en varias ciudades palestinas, entre ellas Ramala y Belén.