El almacén siniestrado en Tianjin vuelve a arder aún con productos químicos en la zona

Las autoridades chinas aseguran no haber detectado anormalidades en los niveles de contaminación, ante las dudas de la población.

Puerto chino de Tianjin
El almacén siniestrado en Tianjin vuelve a arder aún con productos químicos en la zona
Afp

Cuatro nuevos incendios se declararon en la terminal de contenedores del puerto chino de Tianjin en la que dos explosiones ocurridas el pasado día 12 han causado 116 muertos y 60 desaparecidos, mientras los especialistas tratan de neutralizar las trazas de productos químicos que quedan en la zona.


Nueve días después de que se produjeran las letales deflagraciones, la crisis no cesa en el Nuevo Distrito Binhai -donde se sitúa el almacén- del puerto septentrional chino, el décimo del mundo por tráfico de contenedores.


Uno de los fuegos comenzó  en lo que los equipos de emergencia llaman "el sepulcro de vehículos", un parque logístico en el que al menos 3.000 automóviles quedaron abrasados tras las explosiones, informó la agencia oficial Xinhua.


Los otros tuvieron lugar en la zona central de las explosiones, donde aún quedan centenares de toneladas de químicos, algunos inflamables, y lugar en el que se han sucedido los incendios desde que se produjo la tragedia.


La terminal, propiedad de la compañía Ruihai International Logistics, almacenaba unas 3.000 toneladas de 40 sustancias, entre ellas 1.300 de compuestos de óxido, sobre todo nitrato de potasio y nitrato de amonio; 500 de materiales inflamables como sodio metálico y magnésico; y 700 de sustancias altamente tóxicas, principalmente cianuro de sodio.


La Oficina de Protección Medioambiental del Ayuntamiento de Tianjin aseguró el jueves que ha detectado cianuro de sodio en 8 de los 25 puntos de control colocados dentro del área más peligrosa, que ocupa aproximadamente 100.000 metros cuadrados, y que el nivel más alto superaba 356 veces lo que se considera seguro.


Pese a todo, las autoridades chinas aseguran no haber detectado anormalidades en los niveles de contaminación del aire y del agua, y que incluso la del aire se ha reducido, según informó la cadena de televisión oficial CCTV.


Pero imágenes tan alarmantes como la de multitud de peces muertos en la desembocadura del río Hai en la Nueva Área de Binhai, a seis kilómetros del epicentro de las explosiones, divulgadas por portales de noticias y redes sociales chinas, hacen complicado para la población confiar en que la situación esté realmente controlada.


Para calmar los ánimos, Deng Xiaowen, director la Oficina de Control Medioambiental de Tianjin, aseveró que se trata de "un fenómeno normal que sucede todos los años en esta época", aunque admitió que expertos han ido al lugar a recoger muestras.


Al menos 4.460 soldados y policías trabajan para recolectar y neutralizar las miles de toneladas de productos químicos peligrosos y limpiar el área dañada por las explicaciones, dijo hoy en una rueda de prensa Liao Keduo, responsable de las operaciones de emergencia.


Ante la ocurrido, el Gobierno chino ha iniciado un plan de inspecciones de otras terminales y fábricas que trabajen con productos peligrosos, en medio de críticas por las numerosas normativas infringidas por Ruihai International Logistics.


En Pekín, por ejemplo, donde alrededor de 2.500 empresas trabajan con químicos, 85 almacenes de 124 lugares inspeccionados presentaron irregularidades, según Xinhua.


Las inspecciones no pudieron evitar que se produjera hoy un nuevo fuego en otra terminal de contenedores de la ciudad oriental de Hefei (Anhui) por causas indeterminadas y sin que se hayan registrado muertos o heridos.


La tragedia ha dejado a la luz la precariedad de la seguridad laboral china y el nepotismo, después de que varios medios del país revelaran en los últimos días supuestas conexiones entre la empresa propietaria del almacén y el Gobierno local, lo que ayudó a la compañía a obtener licencias sin respetar algunas normas.


Aunque el Gobierno chino ha puesto en marcha una criba tanto en la empresa como en el Gobierno local, e investiga a un par de altos cargos nacionales a quienes no ha relacionado directamente con lo ocurrido, falta resolver uno de los misterios fundamentales, y es la causa de las explosiones.


Según los últimos datos publicados, éstas han dejado 116 fallecidos, más de 700 heridos y al menos 60 desaparecidos.

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